martes, octubre 17, 2006

Ayer

Fué 16 de Octubre, se cumplieron ocho años de que pasé una tarde entera en la sala de espera de un hospital, esperando.

Me paré frente a la ventana del cunero, cuando aún no nacía mi hijo, y le comenté a una amiga "Sabes, me acabo de dar cuenta de que esto es para toda la vida." Sentí que el piso se me iba, porque algo así de definitivo, para toda la vida, asusta a cualquiera.