sábado, enero 08, 2005

El primero de Enero (Ya pasó)

Claro que el primero de enero ya pasó, y pasó también la presentación de los sonetos de Sabina y este su perro escribidor. Yo a Sabina lo quiero desde hace mucho por tener voz tan mala como la mía y sin duda una capacidad músical similar. Pero la gran diferencia es que el escribe de maravilla, las letras de Sabina son una poesía cochinota y vulgar, de la calle, que se la pitorrean de culturosos e indies por igual. Se burlan del padre y el gendarme y meten la mano bajo las faldas de la señora juez. Tiene un disco de sonetos. No contento con escribirlos se puso a declamarlos, al más puro estilo Paco Stanley y Pato Sambrano, pero con huevos, porque la poesía cómoda y con miedo sirve para pura madre.


EL PRIMERO DE ENERO


El primero de enero, tararí,

será tan gris como un jueves cualquiera,

sin Drácula escalando el Pirulí,

ni marcianos cruzando la frontera.



Más de lo mismo bajo el cielo añil,

Cronos en su fugaz trono vacío,

la anoréxica luna giligil

no exportará vacunas contra el frío.



Llenare otro galpón municipal

y esperaré el diluvio universal

viendo crecer el bosque por la acera.



El primero de enero (del dos mil),

aunque siga muriéndome por ti,

me iré con la primera que me quiera.

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