viernes, abril 27, 2012
lunes, mayo 25, 2009
Que vergüenza ser mexicano
Había pocas cosas buenas acerca de ser mexicano, una de ellas era que cuando el mundo entero abandonó a Cuba gracias a un bloquéo económico que solo ha ayudado a perpetuar el régimen que tanto aborrece Estados Unidos, México se mostró neutral y se mantuvo del lado de la isla y sobretodo, de los cubanos. Otro es que siempre nuestro país tuvo los brazos abiertos para darle una oportunidad a aquellos que fuesen perseguidos en sus tierras. Esto desde los años del General Cardenas fué básico en la formación de nuevas generaciones. ¿Quien iba a decirlo? No lo sé, pero todos nuestros padres hablan de algún gran maestro español durante sus años de universidad, y es que las universidades de nuestro país se nutrieron con cerebros que huían de la guerra civil española y después de la segunda mundial.
Así a nosotros nos tocó otra de tantas oleadas, latinamericanos que vinieron con sus canciones, su poesía y sus conceptos sociales, perseguidos por gobiernos militares que los desaparecían, los encarcelaban o tiraban al mar. Muchos de esos fueron a su vez maestros nuestros, argentinos, bolivianos y chilenos me enseñaron a leer poesía y escuchar tangos, a hacer molinos de viento y construir con materiales reciclados, a bailar cuecas y caporales, con ellos canté "crist lag in todesbanden" y cambié bujías a un motor Volkswagen. Gente como cualquiera que nos ha tocado conocer y que solo de vez en cuando veremos hundirse en la saudade de un buen asado o el chancho en piedra. Amigos que no pierden la afición al mate como nosotros nos aferramos al chile en el extranjero (Con y sin albur), ni dejan de llevar ese acento que aclara su identidad, sobretodo cuando encuentran un coterraneo. Todos ellos han enriquecido nuestras vidas, la cultura, el arte y las ciencias de México por la simple razón de que México les abrió las puertas, sin distinción. Tanto emigró mi maestra de coro como el asesino Cavallho, a quien para que se le enjuiciara hubo que seguir un proceso de extradición que hizo noticia por un buen tiempo. ¡Carajo pues! ¿El enormísimo Roberto Bolaño habría escrito del mismo modo si no le hubiera tocado vivir esa juventud de inmigrante chileno en aquella ciudad de México de los 60s?
Pero Fox primero y después Calderón se empeñaron en echar por el piso lo poco de digno que había en ser mexicano. Como ellos son globalizados y nomás pertenecen al país del dolar y el euro no les importan esas cosas. Ya vimos como cuando en Atenco la policía reprimió brutalmente se deportó a varios jóvenes chilenos y españoles sin ningún trámite legal, ahora resulta que hay un peligroso guerrillero haciendo postdoctorado en la UNAM, y en sociología, Carlitos Mota està dando brincos de alegría y Carlos Marín ya mojó su trajecito de burócrata de los 80. Yo estoy que no me la creo porque se le llamó con engaños al IMN, lo agarraron al más puro estilo "levantón" y lo depositaron en un avión directo a Bogotá. ¿Porqué? Porque en el famoso disco duro se menciona su nombre, ese disco duro de una laptop encontrada en un campamento guerrillero durante el mismo bombardéo en el que salió herida Lucía Morett. El mismo disco duro que uno que creció con historias de clandestinidades y rebeldías (Y no se hagan los asustados, que ustedes también le lloraron a Bennedetti, aunque nomás se sepan "tactica y estrategia") sabe que no existe por la simple razón de que un guerrillero no guarda nunca información. Y si les queda duda ahi esta el caso de William Javier Díaz a quien se le acusó con "pruebas" obtenidas del famoso disco duro que después se demostro eran fotomontajes, lo cual llevó a su liberación. Pero nel, al pelele calderón, que cada vez es más como sus caricaturas, cadadía más pequeño y patético, como no se le hizo mandarle a Sarkozy a la francesita porque resulta que ella SI es culpable, pues ahora le manda a Uribe a un "peligroso terrorista". ¿Como sabemos que es peligroso terrorista? Porque Uribe dijo. Así como Sarkozy decía que la francesita era inocente y que ellos la juzgarían con sus leyes.
Ahora, volviendo a lo de las extradiciones. ¿No hay procedimientos legales para eso? Si los hay no le importan al gobierno del pelele, como todo un émulo de Bush y sus vuelos fantasmas de la CIA no lo pensó un momento para detener ilegalmente y deportar ilegalmente al sociologo colombiano, a quien nunca se le dió el beneficio de la duda. Y lo que es mucho, mucho mucho peor. El hoy deportado iba a viajar a Colombia en un mes a visitar a su familia, como sabemos que hace todo peligroso criminal cuando es buscado por la ley. O sea, Uribe podría haberlo apresado en tierra colombiana sin ningún problema. ¿Para que hacerlo entonces? Para que Calderón diga una vez más "Ven... si puedo". Y si, si puede, si puede dejar el nombre de México por los suelos.
Así a nosotros nos tocó otra de tantas oleadas, latinamericanos que vinieron con sus canciones, su poesía y sus conceptos sociales, perseguidos por gobiernos militares que los desaparecían, los encarcelaban o tiraban al mar. Muchos de esos fueron a su vez maestros nuestros, argentinos, bolivianos y chilenos me enseñaron a leer poesía y escuchar tangos, a hacer molinos de viento y construir con materiales reciclados, a bailar cuecas y caporales, con ellos canté "crist lag in todesbanden" y cambié bujías a un motor Volkswagen. Gente como cualquiera que nos ha tocado conocer y que solo de vez en cuando veremos hundirse en la saudade de un buen asado o el chancho en piedra. Amigos que no pierden la afición al mate como nosotros nos aferramos al chile en el extranjero (Con y sin albur), ni dejan de llevar ese acento que aclara su identidad, sobretodo cuando encuentran un coterraneo. Todos ellos han enriquecido nuestras vidas, la cultura, el arte y las ciencias de México por la simple razón de que México les abrió las puertas, sin distinción. Tanto emigró mi maestra de coro como el asesino Cavallho, a quien para que se le enjuiciara hubo que seguir un proceso de extradición que hizo noticia por un buen tiempo. ¡Carajo pues! ¿El enormísimo Roberto Bolaño habría escrito del mismo modo si no le hubiera tocado vivir esa juventud de inmigrante chileno en aquella ciudad de México de los 60s?
Pero Fox primero y después Calderón se empeñaron en echar por el piso lo poco de digno que había en ser mexicano. Como ellos son globalizados y nomás pertenecen al país del dolar y el euro no les importan esas cosas. Ya vimos como cuando en Atenco la policía reprimió brutalmente se deportó a varios jóvenes chilenos y españoles sin ningún trámite legal, ahora resulta que hay un peligroso guerrillero haciendo postdoctorado en la UNAM, y en sociología, Carlitos Mota està dando brincos de alegría y Carlos Marín ya mojó su trajecito de burócrata de los 80. Yo estoy que no me la creo porque se le llamó con engaños al IMN, lo agarraron al más puro estilo "levantón" y lo depositaron en un avión directo a Bogotá. ¿Porqué? Porque en el famoso disco duro se menciona su nombre, ese disco duro de una laptop encontrada en un campamento guerrillero durante el mismo bombardéo en el que salió herida Lucía Morett. El mismo disco duro que uno que creció con historias de clandestinidades y rebeldías (Y no se hagan los asustados, que ustedes también le lloraron a Bennedetti, aunque nomás se sepan "tactica y estrategia") sabe que no existe por la simple razón de que un guerrillero no guarda nunca información. Y si les queda duda ahi esta el caso de William Javier Díaz a quien se le acusó con "pruebas" obtenidas del famoso disco duro que después se demostro eran fotomontajes, lo cual llevó a su liberación. Pero nel, al pelele calderón, que cada vez es más como sus caricaturas, cadadía más pequeño y patético, como no se le hizo mandarle a Sarkozy a la francesita porque resulta que ella SI es culpable, pues ahora le manda a Uribe a un "peligroso terrorista". ¿Como sabemos que es peligroso terrorista? Porque Uribe dijo. Así como Sarkozy decía que la francesita era inocente y que ellos la juzgarían con sus leyes.
Ahora, volviendo a lo de las extradiciones. ¿No hay procedimientos legales para eso? Si los hay no le importan al gobierno del pelele, como todo un émulo de Bush y sus vuelos fantasmas de la CIA no lo pensó un momento para detener ilegalmente y deportar ilegalmente al sociologo colombiano, a quien nunca se le dió el beneficio de la duda. Y lo que es mucho, mucho mucho peor. El hoy deportado iba a viajar a Colombia en un mes a visitar a su familia, como sabemos que hace todo peligroso criminal cuando es buscado por la ley. O sea, Uribe podría haberlo apresado en tierra colombiana sin ningún problema. ¿Para que hacerlo entonces? Para que Calderón diga una vez más "Ven... si puedo". Y si, si puede, si puede dejar el nombre de México por los suelos.
martes, diciembre 02, 2008
Marcha Social de Resistencia indígena en Colombia
Crónicas de mi percepción acerca de la Minga que camina, el esfuerzo de los pueblos indígenas Colombianos por hacer valer su voz y sus derechos.
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Primer día, campamento en la Universidad de Cundinamarca, Fusagasugá
La Universidad de Cundinamarca es grande para estar situada en una ciudad tan chica como Fusagasugá, "La capital de las flores" en Colombia, que desde el viernes aloja a la Minga indígena en su marcha hacia la capital. Sus edificios de ladrillo rojo tienen viejas evidencias de la actividad política del estudiantado, con imágenes del Ché y Fidel estencileadas en sus paredes y sobre el edificio más alto la leyenda "Las revoluciones no fueron hechas por los oprimidos sino por los concientes". Por eso no es de extrañarse que al dirigirse la Minga a esta ciudad, aunque el rector se negó terminantemente a recibirla los estudiantes sin pensarlo abrieron las puertas y los brazos a los manifestantes. Así uno vé a los muchachos con su cinta en el brazo que los identifica como universitarios moviendose por todo el campamento tratando de ayudar en lo posible, organizar los campamentos de los distintos pueblos y encontrarle lugar a los que se van sumando, 25 "Chivas" (Camiones muy coloridos que se usan como transporte en los pueblos pequeños) llegaron el sábado desde Tolima entre aplausos de estudiantes e indígenas, el domingo esperan 40 más antes de marchar el Lunes hasta Soacha, su última parada antes de entrar a Bogotá a enfrentar cara a cara al gobierno de Alvaro Uribe.
En todos los recintos de la universidad la gardia indígena se toma muy en serio su trabajo, usando sus tradicionales bastones (Cada quien tiene el suyo, a quien considera más una entidad que un objeto) como barrera infranqueable "A ese requizalo bien" le instruyen al guardia al ver mi abultada mochila "Soy fotógrafo, por eso cargo estas cosas, vengo de México y quiero conocerlos" les explico. Al escuchar acerca de mi origen de inmediato los ojos del jóven se iluminan por debajo del sombrero "¡Si es zapatista es bien recibido! ¿Usted es zapatista hermano? ¿Conoce a Marcos?" tengo que confesarle que a pesar de mi afecto por el movimiento no tengo el gusto de conocer al sup, pero si de haber marchado junto con el en algunas ocasiones. Me revisan mucho más detenidamente que los militares en el camino hacia acá y me dejan pasar pero acompañado de un estudiante que me llevará ante el encargado de prensa indígena y medios para presentarme y acreditarme.
Los recintos de la universidad dan la impresión de ser un caos, nada más alejado de la realidad en este pueblo de todos los pueblos que se levanta y camina cuando es necesario. Junto con los estudiantes de Fusa se han organizado de manera que su estancia sea lo más sencilla posible, una tubería provisional en un declive se usa como regaderas para sacarse un poco el polvo del camino, en cada campamento hay sancocho, frijoles (Ellos acentuan la i, pero igual los preparan bien sabrosos) arroz y huevos para el hambriento, y el inevitable "tinto" (café) para el que quiere calentarse un poco. Los muchachos juegan dominó y ajedrez en mesas improvisadas o se arman un par de equipos para echar una cascarita que me hace pensar de inmediato en un torneo insurgente indígena americano, ¿Será que el sup sigue siendo un buen medio delantero? Los de acá juegan un futbol que a la primera parece duro y agreste pero resulta no ser carente de astucia y picardía, adversarios terribles sin duda.
Mientras camino me van presentando a la Minga en si, son miembros de un gran número de pueblos en el interior de Colombia rebelandose por el olvido del gobierno, el derecho a sus tierras y en contra del TLC, la misma historia en otras tierras. "¿A ustedes como les fué como el tratado de libre comercio?" Me pregunta uno de los recién llegados de la provincia de Tolima, y de ser solo observador me transforman en el centro de atención mientras respondo su pregunta. "Es que hemos visto los videos de lo que hacen ustedes, por eso yo siempre tengo un no se qué por ir a México" me cuenta un muchacho de acaso 13 años que casualmente porta "La verde", la camiseta de nuestra selección, "Yo pienso que alla Chiapas ha de ser todo re bacán con todo lo que han logrado", no se que responder, solo le aseguro que cualquier minguero sería recibido por los zapatistas como el hermano que es.
En las juntas políticas se discuten tres temas: derechos humanos, territorios y acuerdos, los representantes participan animadamente contando de las condiciones en su tierra. En las mesas de discusión están unidos indígenas y afroamericanos por igual y se espera que se adjunten los indígenas que han formado cabildos urbanos a causa de la migración a la capital. En cuanto a adhesiones,los estudiantes apoyan abiertamente al movimiento (Aunque los porros "paracos" (Paramilitares) amenazan de muerte a los reconocidos como militantes de organizaciones de izquierda), por la calle se puede escuchar que desde los autobuses la gente grita y aplaude a la Minga, o va hasta el campamento a donar comida y abrigos, a pesar de la desconfianza en el sindicalismo hay un par de centrales obreras que se unirán también.
Casi al final del día me doy cuenta que de todo lo que investigué antes de llegar al campamento me faltó un detalle importantísimo, cuando me encuentro a mi mismo explicando acerca de los modos de gobierno de las comunidades de la sierra de Juarez en mi Oaxaca adorada, hablo de la tradición del "tequio": "Es el trabajo que hacen todos en bien de la comunidad, lo que ayuda a que se mantenga unida y saludable" me explico , "Mire usted" es la respuesta sonriente "Eso exactamente es la Minga".
Segundo día, la marcha de Fusagasugá a Soacha
Desde que llegue a Colombia me di cuenta que si hay algo aparte de la pasión por la música ranchera que nos hermane con los colombianos, es que ambos pueblos somos fanáticos de la comida, nos gusta entrarle con fe a ejercitar la mandíbula, en palabras de la Real Academia de doña Borola Burrón. El campamento de "La minga que camina" no es la excepción, las cocineras y cocineros se afanan increiblemente con sus ollas para que nadie se quede con la panza vacía, "Desde las 3 escuché que se despertaron y se fueron a bañar" me comenta una estudiante de la Universidad de Cundinamarca que da casa a la minga por estas noches, obviamente hay que levantarse temprano si se necesita hacer el fuego y cocinar para diez mil almas. Por lo pronto yo salgo de mi campamento improvisado en el área de universitarios con cara de dormido y las cámaras en la mochila aún, no se pudo dormir mucho porque con los muchachos la charla se alargó hasta entrada la noche, cuando las guardias indígenas que se encargan de mantener el orden en el campamento llegaron con sus bastones en la mano a decirnos que ya bastaba de bulla. De todos modos el fresquito de la mañana aligera los ánimos, y más la presencia de las señoras del campamento frente al nuestro que nomás de verme me ponen enfrente un plátano frito, un pocillo con "coladita" que resulta ser un atole con piloncillo bien sabroso y una "masa" que es una cosa de formas irregulares que si uno no se clava en la textura resulta ser un buñuelo. Como desayuno para una fría mañana de noviembre tiene toda la lógica nutricional que el pueblo repite alrededor de cada olla de atole en las esquinas de nuestra capital, y claro que después de eso uno se siente con fuerza para fotografiar a diez mil participantes de la marcha y caminar hasta Soacha, la última parada antes de entrar a Bogotá.
Los anuncios por el sistema de audio local van de campameno en campamento, "Las comisiones de limpieza ya están trabajando en los baños del bloque uno y el coliseo, hay que entregar la escuela mejor como la dejamos, los indios no somos sucios" es uno de tantos mensajes, y en efecto, algunos pasillos están ya relucientes y en otros avanza un muchacho con una escoba de ramas seguido de otro con un trapeador sacándole brillo a las baldosas o a la cancha de basquet. "Recuerden que los balones de futbol y las colchonetas que nos prestaron a los estudiantes pertenecen a la universidad que es del pueblo, no se los vayan a llevar porque si no la guardia va a revisar chiva por chiva", los compañeros de prensa comentan que si llegase a faltar una colchoneta la guardia sería capaz de bajarnos a todos de las chivas hasta que aparezca, así de serios son con su trabajo.
Cuando la marcha se pone en movimiento todo es alegría y música, los de prensa estamos pensando ir montados en el techo de una chiva para fotografiar y grabar desde posición privilegiada pero los camiones multicolores están atestados, algunas delegaciones llegaron desde su pueblo sin transporte y están siendo acogidos por otras. Finalmente escucho un grito "¡Mexicano!¡Vengase con nosotros!", así consigo lugar en un techo junto con cuatro chavos de prensa popular, no tuve la ocurrencia de anotar el nombre de la chiva en la que monté hacia Soacha, pero si se que la que iba justo atrás era "El Gran Poderoso 2", lo cual no dejaba de causarme un poquito de envidia pues montar en eso ha de ser garantía de éxito absoluto. En el techo todo es fiesta, acá montan los jóvenes con sus banderas rojiverdes, flautas y tambores, después de un momento se escucha desde el frente el grito "¡Chicha pa los músicos!" y desde mi espalda uno de los muchachos de los medios populares se atreve a gritar "¡Chicha pa la prensa!" ante las carcajadas de todos, la chicha no se hace esperar y circula en botellas de cocacola de dos litros, resulta ser un brebaje estilo tepache pero hecho a base de maiz que quita bien la sed.
Los vítores son los constantes "¡Arriba la minga popular!", "¡Abajo Uribe!", o cuando nos rebasa una chiva de compañeros se gritan entre ellos "¡Patachuma!" y otras cosas en lengua que no comprendo, solo entendí cuando una muchacha le grito a otra en un techo vecino "¡Adios platano asao!" entre las risas de todo el personal. La música no cesa, si no es la de los compañeros musiqueros viene de las bocinas ubicadas en el techo de una chiva vecina, "¡Dale al sonido!" exigen los muchachos cuando se toca una cumbia que les gusta, hasta cuando comienza la lluvia y el techo de la chiva se cubre con una lona que medio nos protege de la lluvia, aún así hay muchachos que prefieren seguir celebrando y marchando bajo la lluvia al encierro momentáneo de la lona.
Desde la caseta hasta Soacha hay diez kilómetros, ahí se detienen las chivas y los mayores, médicos tradicionales, llevan a cabo un ritual pidiendo por las aguas, esas mismas aguas que el gobierno quiere regular, ahora sí, a pocos kilómetros de la zona conurbada bogotana se deja sentir la presencia de la prensa, incluso la internacional, y se vuelve difícil tomar una foto sin incluir el lente o la cabeza de algún colega. Sin embargo los mayores continúan con su ritual que termina cuando todos han encendido un tabaco y expulsan el humo apreciativamente, ahora si puede comenzar a caminar la minga, con paso firme y sin salir de los cordones de seguridad marcados por la siempre atenta guardia indígena. 10 kilómetros se van casi sin sentirlos cuando ya entramos a la plaza principal de Soacha, donde la minga es recibida por muchas personas de la localidad, banderas del ejército de la paz, del partido comunista, un grupo de música y danza folklórica juvenil y si bien no es una plaza llena si hay unos cuantos cientos de pobladores locales, entre ellos un señor de aproximadamente 50 años que hace el intento de saludar a todos los recién llegados, estrechando manos por toda la plaza, cuando le pregunto por su acción se le enrojece el rostro y humedecen los ojos. "Es un honor y un sueño poder saludarlos, porque así como ellos... ¡Berracos, berracos de verdad! Así los necesita nuestra pobre Colombia!". Mientras, en el estrado las palabras de Aida Quilcué confirman que la intención de esta Minga no es que la vea el gobierno, sino que la vean los colombianos.
Tercer día, De Soacha a la Universidad Nacional
De Soacha a la Universidad Nacional son pocos kilómetros pero la distancia pareciera ser una de las más largas. En la memoria colectiva de la Minga permanecen los muertos y heridos en los enfrentamientos con la policía en La María el 15 de octubre, poco más de un mes y unos cuantos cientos de kilómetros ha pasado desde el enfrentamiento contra el ESMAD (Escuadrón Movil Anti Disturbios). Hace tan solo una semana la policía montada cargó contra los compañeros de las últimas filas de la marcha, empujando y pisando con los caballos a algunos. Para los estudiantes están igual de frescas las amenazas de los grupos "Aguilas negras" y "Bloque Capital" que prometieron la muerte de 33 estudiantes y maestros, y llegaron inclusive a levantar un "Toque de queda" según el cual cualquier estudiante "subversivo¨ que se encuentre en la universidad después de las seis será ejecutado.
Ante esto las amenazas de perder el semestre provenientes del rector de la Universidad Nacional ,Moises Wasserman, parecen cosa de juego para los grupos estudiantiles, que al igual que sus compañeros de la Universidad de Cundinamarca se preparan para recibir a la Minga en su última parada antes de dirigirse a Plaza Bolivar, el equivalente a nuestro zócalo. Nuevamente son más las comunidades que se unen en Soacha y desde muy temprano el campamento está levantado y listo para comenzar la marcha, que como se ha vuelto tradición está encabezada por un perro negro que se les unió en el camino, unos dicen que desde La María y otros que en Ibagué, pero el perro ya tiene nombre, se llama Minga y abre el camino cargando siempre una botella entre los dientes o portando el pañuelo rojiverde que ocasionalmente le colocan como collar.
Esta vez la marcha es totalmente urbana, la maestra de un kinder sacó a los niños a que vieran pasar los pueblos colombianos por la calle, los que pintan sus rostros y los que usan plumas, un poco fuera de lugar los niños vitorean "!In-di-ge-nas, in-di-ge-nas!" y reciben los saludos divertidos de los marchantes. En general las caras de los espectadores son más de curiosidad que de apego a la marcha pues, a diferencia de Cali, en Bogotá las problemáticas de los pueblos indígenas se ven muy lejanas. Aún así los trabajadores de obras públicas detienen un minuto sus labores para tomar fotos y se quitan sus cascos en señal de solidaridad, vuelvo a escuchar de la boca de una señora la expresión misteriosa"¡Bravo! ¡Sigan así de berracos¡". Ante mi interrogante me aclaran que berraco se usa para implicar furia y decisión, poner empeño por encima de lo normal.
Hoy me doy cuenta que la pregunta del primer día "¿Conoce a Marcos?" tiene mucha lógica para los integrantes de la minga, pues en algún momento me encuentro marchando y tomando fotos a tres metros de Aida Quilcué, consejera mayor del CRIC, no me cuesta más que cinco pasos y un saludo para que me comente lo contentos que se sienten "Estamos dando una muestra de dignidad que nos ha costado mucho mucho, por eso estamos contentos." Cuando se entera que vengo de México agrega "Tenemos que acercarnos, hoy estamos tratando de unir a Colombia, después hay que unirnos todos en una sola voz. Llévese un saludo de resistencia para México" dice a guisa de despedida.
Al principio de la marcha aún se dudaba acerca de la posible represión, pero tan cerca de la capital no es conveniente para la imagen del gobierno, ya bastante están trabajando los medios hablando solamente de los escándalos de las pirámides financieras como para que aparte haya un escándalo de represión en el corazón mismo de la capital colombiana. Es por esto que la presencia de la ley se limita a mujeres policías flanqueando la marcha, muy jóvenes ellas, los muchachos de la guardia no pueden dejar de mirarlas de vez en cuando a pesar de que el uniforme verde representa al estado represor, hoy el estado por lo menos puso chicas lindas en uniforme verde en vez de los macabros uniformes negros con pasamontañas de los ESMAD y el gesto no deja de agradecerse incluso por parte de los que somos espectadores, sobretodo porque desde la mañana estamos informados de la amenaza que le llegó vía electrónica a un compañero italiano, la respuesta a la noticia por parte de los compañeros más veteranos fue hacer bromas a las costillas del colega amenazado para mejor tomarlo con humor en vez de caer en la paranoia, así se vive en esta marcha donde indígenas, estudiantes y periodistas están amenazados.
Pero todo se olvida al llegar a la UNAL, hay un enorme cartel que le da la bienvenida a la minga y una banda de estudiantes toca música "papayera", lo que para nosotros sería música de banda de pueblo, buena para bailar y celebrar. Después de una breve pausa se abren de par en par las puertas y la marcha se dirige entera a la "Explanada del Ché" donde una enorme representación de la histórica Imágen de Guevara tomada por Korda es testigo de la llegada de los pueblos indígenas en pleno, los músicos siguen tocando mientras algún mayor baila como cóndor en una esquina y los estudiantes reparten "aguapanela" (agua caliente con piloncillo) a los cansados caminantes.
Se hace una nueva rueda de prensa ahora si atestada de medios locales, nacionales e internacionales, y se comienzan a armar los campamentos para preparar la comida para todos los integrantes de la marcha, como última afrenta, el rector permitió que se abrieran las puertas de la universidad pero cerró todos los edificios, los marchantes tendrán que dormir en los jardines, lo que definitivamente se siente mucho menos grave después de tantos kilómetros de marcha. Pero todo se olvida cuando la banda de universitarios toca una versión instrumental del Himno de la Guardia Indígena, algo que suena a cumbia andina y que inevitablemente llena de energía a los marchantes con su coro "¡Guardia guardia, fuerza fuerza, por mi raza por mi tierra!".
Cuarto y último día, de la Universidad a la Plaza Bolivar.
El último día la marcha pareciera que no quiere comenzar para que no se acabe la Minga. Ahora los campamentos tardan mucho más en levantarse, el desayuno se toma con mucha más calma, yo recibo arepita con chocolate (La arepa es una gordita de maíz omnipresente en Colombia con cientos de variantes, todas deliciosas) en un campamento y aguapanela con masas en otro, no se puede uno negar a los amables ofrecimientos, la gente se va movilizando muy lentamente comparado con los días pasados, se dan tiempo de platicar y tomarse las cosas con calma.
Al final se coordina la salida, previamente los mayores hacen otro ritual para asegurar un buen viaje y finalmente la universidad se vacía de a poco con rumbo a la plaza Bolívar, ahora la marcha está conformada por los pueblos indígenas a la delantera (guiados por el siempre presente perro negro apodado "Minga") a quienes se han integrado los pueblos afro de la costa colombiana así como los cortadores de caña, les siguen los estudiantes y organizaciones civiles en la retaguardia, con un importante contingente de la escuela pedagógica y otros más uniéndose en el camino. Todos con su fiesta, todos con sus consignas.
"Que lo vengan a ver
que lo vengan a ver
este no es un gobierno
son los paracos en el poder"
"Queremos chicha
queremos maíz
las transnacionales
fuera del país"
"Hay que ver las cosas que pasan
hay que ver las cosas que van
con un pueblo que camina pa´delante
y un gobierno que camina para´tras"
Al llegar al centro es más la gente que a los lados de la avenida aplaude a la marcha y sus integrantes, es más fuerte la música y más alegre la danza, las voces se alzan ante la idea de que si se va a llegar a la plaza Bolívar, no hay oposición de la policía y las calles están despejadas. Uribe salió a Perú un día antes de la reunión de cooperación económica de Asia Pacífico para poder entrevistarse con Bush y al mismo tiempo no tener que encontrarse con la minga, el territorio está libre para llegar al corazón de Colombia, cuando por fin se cruza la última cuadra los mayores se adelantan a la marcha y elevan los brazos al cielo en un último ritual con los ojos anegados en lágrimas, fueron casi 500 kilometros de marcha que terminan aquí y ahora, cuando se desata una fuerte lluvia ("Tata wala", el padre trueno, hablaba de antemano) que no impide que la plaza se llene y todos se queden a escuchar las palabras de los líderes del movimiento, cuando se repite que está minga caminó la palabra por la desconfianza que da la palabra escrita, aquella que es la primera ignorada por el gobierno. Durante el último acto la lluvia arrecia pero no impide que se siga escuchando y tomando chicha bajo los gruesos goterones, algún mayor comenta que la naturaleza también trata de decir algo.
A las participaciones de Aida Quilcué, Feliciano Valencia y Luis Eveliz Andrade se añaden las de representantes de los pueblos indígenas de Ecuador, Perú y Bolivia, incluso de Suecia e Italia que expresan su apoyo al pacto de unidad que la minga expresa con los estudiantes, cortadores de capa y todos los sectores de la ciudadanía para la formación de una agenda común de los pueblos.
Hoy se terminó la marcha, se caminó la palabra y se logró que fuese escuchada, si bien no por el presidente si por el pueblo, se siente muy poco cansancio en el ambiente, pero impera la certeza de que los 500 kilómetros recién marchados no fueron suficientes, que quedan muchos más por caminar.
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Primer día, campamento en la Universidad de Cundinamarca, Fusagasugá
La Universidad de Cundinamarca es grande para estar situada en una ciudad tan chica como Fusagasugá, "La capital de las flores" en Colombia, que desde el viernes aloja a la Minga indígena en su marcha hacia la capital. Sus edificios de ladrillo rojo tienen viejas evidencias de la actividad política del estudiantado, con imágenes del Ché y Fidel estencileadas en sus paredes y sobre el edificio más alto la leyenda "Las revoluciones no fueron hechas por los oprimidos sino por los concientes". Por eso no es de extrañarse que al dirigirse la Minga a esta ciudad, aunque el rector se negó terminantemente a recibirla los estudiantes sin pensarlo abrieron las puertas y los brazos a los manifestantes. Así uno vé a los muchachos con su cinta en el brazo que los identifica como universitarios moviendose por todo el campamento tratando de ayudar en lo posible, organizar los campamentos de los distintos pueblos y encontrarle lugar a los que se van sumando, 25 "Chivas" (Camiones muy coloridos que se usan como transporte en los pueblos pequeños) llegaron el sábado desde Tolima entre aplausos de estudiantes e indígenas, el domingo esperan 40 más antes de marchar el Lunes hasta Soacha, su última parada antes de entrar a Bogotá a enfrentar cara a cara al gobierno de Alvaro Uribe.
En todos los recintos de la universidad la gardia indígena se toma muy en serio su trabajo, usando sus tradicionales bastones (Cada quien tiene el suyo, a quien considera más una entidad que un objeto) como barrera infranqueable "A ese requizalo bien" le instruyen al guardia al ver mi abultada mochila "Soy fotógrafo, por eso cargo estas cosas, vengo de México y quiero conocerlos" les explico. Al escuchar acerca de mi origen de inmediato los ojos del jóven se iluminan por debajo del sombrero "¡Si es zapatista es bien recibido! ¿Usted es zapatista hermano? ¿Conoce a Marcos?" tengo que confesarle que a pesar de mi afecto por el movimiento no tengo el gusto de conocer al sup, pero si de haber marchado junto con el en algunas ocasiones. Me revisan mucho más detenidamente que los militares en el camino hacia acá y me dejan pasar pero acompañado de un estudiante que me llevará ante el encargado de prensa indígena y medios para presentarme y acreditarme.
Los recintos de la universidad dan la impresión de ser un caos, nada más alejado de la realidad en este pueblo de todos los pueblos que se levanta y camina cuando es necesario. Junto con los estudiantes de Fusa se han organizado de manera que su estancia sea lo más sencilla posible, una tubería provisional en un declive se usa como regaderas para sacarse un poco el polvo del camino, en cada campamento hay sancocho, frijoles (Ellos acentuan la i, pero igual los preparan bien sabrosos) arroz y huevos para el hambriento, y el inevitable "tinto" (café) para el que quiere calentarse un poco. Los muchachos juegan dominó y ajedrez en mesas improvisadas o se arman un par de equipos para echar una cascarita que me hace pensar de inmediato en un torneo insurgente indígena americano, ¿Será que el sup sigue siendo un buen medio delantero? Los de acá juegan un futbol que a la primera parece duro y agreste pero resulta no ser carente de astucia y picardía, adversarios terribles sin duda.
Mientras camino me van presentando a la Minga en si, son miembros de un gran número de pueblos en el interior de Colombia rebelandose por el olvido del gobierno, el derecho a sus tierras y en contra del TLC, la misma historia en otras tierras. "¿A ustedes como les fué como el tratado de libre comercio?" Me pregunta uno de los recién llegados de la provincia de Tolima, y de ser solo observador me transforman en el centro de atención mientras respondo su pregunta. "Es que hemos visto los videos de lo que hacen ustedes, por eso yo siempre tengo un no se qué por ir a México" me cuenta un muchacho de acaso 13 años que casualmente porta "La verde", la camiseta de nuestra selección, "Yo pienso que alla Chiapas ha de ser todo re bacán con todo lo que han logrado", no se que responder, solo le aseguro que cualquier minguero sería recibido por los zapatistas como el hermano que es.
En las juntas políticas se discuten tres temas: derechos humanos, territorios y acuerdos, los representantes participan animadamente contando de las condiciones en su tierra. En las mesas de discusión están unidos indígenas y afroamericanos por igual y se espera que se adjunten los indígenas que han formado cabildos urbanos a causa de la migración a la capital. En cuanto a adhesiones,los estudiantes apoyan abiertamente al movimiento (Aunque los porros "paracos" (Paramilitares) amenazan de muerte a los reconocidos como militantes de organizaciones de izquierda), por la calle se puede escuchar que desde los autobuses la gente grita y aplaude a la Minga, o va hasta el campamento a donar comida y abrigos, a pesar de la desconfianza en el sindicalismo hay un par de centrales obreras que se unirán también.
Casi al final del día me doy cuenta que de todo lo que investigué antes de llegar al campamento me faltó un detalle importantísimo, cuando me encuentro a mi mismo explicando acerca de los modos de gobierno de las comunidades de la sierra de Juarez en mi Oaxaca adorada, hablo de la tradición del "tequio": "Es el trabajo que hacen todos en bien de la comunidad, lo que ayuda a que se mantenga unida y saludable" me explico , "Mire usted" es la respuesta sonriente "Eso exactamente es la Minga".
Segundo día, la marcha de Fusagasugá a Soacha
Desde que llegue a Colombia me di cuenta que si hay algo aparte de la pasión por la música ranchera que nos hermane con los colombianos, es que ambos pueblos somos fanáticos de la comida, nos gusta entrarle con fe a ejercitar la mandíbula, en palabras de la Real Academia de doña Borola Burrón. El campamento de "La minga que camina" no es la excepción, las cocineras y cocineros se afanan increiblemente con sus ollas para que nadie se quede con la panza vacía, "Desde las 3 escuché que se despertaron y se fueron a bañar" me comenta una estudiante de la Universidad de Cundinamarca que da casa a la minga por estas noches, obviamente hay que levantarse temprano si se necesita hacer el fuego y cocinar para diez mil almas. Por lo pronto yo salgo de mi campamento improvisado en el área de universitarios con cara de dormido y las cámaras en la mochila aún, no se pudo dormir mucho porque con los muchachos la charla se alargó hasta entrada la noche, cuando las guardias indígenas que se encargan de mantener el orden en el campamento llegaron con sus bastones en la mano a decirnos que ya bastaba de bulla. De todos modos el fresquito de la mañana aligera los ánimos, y más la presencia de las señoras del campamento frente al nuestro que nomás de verme me ponen enfrente un plátano frito, un pocillo con "coladita" que resulta ser un atole con piloncillo bien sabroso y una "masa" que es una cosa de formas irregulares que si uno no se clava en la textura resulta ser un buñuelo. Como desayuno para una fría mañana de noviembre tiene toda la lógica nutricional que el pueblo repite alrededor de cada olla de atole en las esquinas de nuestra capital, y claro que después de eso uno se siente con fuerza para fotografiar a diez mil participantes de la marcha y caminar hasta Soacha, la última parada antes de entrar a Bogotá.
Los anuncios por el sistema de audio local van de campameno en campamento, "Las comisiones de limpieza ya están trabajando en los baños del bloque uno y el coliseo, hay que entregar la escuela mejor como la dejamos, los indios no somos sucios" es uno de tantos mensajes, y en efecto, algunos pasillos están ya relucientes y en otros avanza un muchacho con una escoba de ramas seguido de otro con un trapeador sacándole brillo a las baldosas o a la cancha de basquet. "Recuerden que los balones de futbol y las colchonetas que nos prestaron a los estudiantes pertenecen a la universidad que es del pueblo, no se los vayan a llevar porque si no la guardia va a revisar chiva por chiva", los compañeros de prensa comentan que si llegase a faltar una colchoneta la guardia sería capaz de bajarnos a todos de las chivas hasta que aparezca, así de serios son con su trabajo.
Cuando la marcha se pone en movimiento todo es alegría y música, los de prensa estamos pensando ir montados en el techo de una chiva para fotografiar y grabar desde posición privilegiada pero los camiones multicolores están atestados, algunas delegaciones llegaron desde su pueblo sin transporte y están siendo acogidos por otras. Finalmente escucho un grito "¡Mexicano!¡Vengase con nosotros!", así consigo lugar en un techo junto con cuatro chavos de prensa popular, no tuve la ocurrencia de anotar el nombre de la chiva en la que monté hacia Soacha, pero si se que la que iba justo atrás era "El Gran Poderoso 2", lo cual no dejaba de causarme un poquito de envidia pues montar en eso ha de ser garantía de éxito absoluto. En el techo todo es fiesta, acá montan los jóvenes con sus banderas rojiverdes, flautas y tambores, después de un momento se escucha desde el frente el grito "¡Chicha pa los músicos!" y desde mi espalda uno de los muchachos de los medios populares se atreve a gritar "¡Chicha pa la prensa!" ante las carcajadas de todos, la chicha no se hace esperar y circula en botellas de cocacola de dos litros, resulta ser un brebaje estilo tepache pero hecho a base de maiz que quita bien la sed.
Los vítores son los constantes "¡Arriba la minga popular!", "¡Abajo Uribe!", o cuando nos rebasa una chiva de compañeros se gritan entre ellos "¡Patachuma!" y otras cosas en lengua que no comprendo, solo entendí cuando una muchacha le grito a otra en un techo vecino "¡Adios platano asao!" entre las risas de todo el personal. La música no cesa, si no es la de los compañeros musiqueros viene de las bocinas ubicadas en el techo de una chiva vecina, "¡Dale al sonido!" exigen los muchachos cuando se toca una cumbia que les gusta, hasta cuando comienza la lluvia y el techo de la chiva se cubre con una lona que medio nos protege de la lluvia, aún así hay muchachos que prefieren seguir celebrando y marchando bajo la lluvia al encierro momentáneo de la lona.
Desde la caseta hasta Soacha hay diez kilómetros, ahí se detienen las chivas y los mayores, médicos tradicionales, llevan a cabo un ritual pidiendo por las aguas, esas mismas aguas que el gobierno quiere regular, ahora sí, a pocos kilómetros de la zona conurbada bogotana se deja sentir la presencia de la prensa, incluso la internacional, y se vuelve difícil tomar una foto sin incluir el lente o la cabeza de algún colega. Sin embargo los mayores continúan con su ritual que termina cuando todos han encendido un tabaco y expulsan el humo apreciativamente, ahora si puede comenzar a caminar la minga, con paso firme y sin salir de los cordones de seguridad marcados por la siempre atenta guardia indígena. 10 kilómetros se van casi sin sentirlos cuando ya entramos a la plaza principal de Soacha, donde la minga es recibida por muchas personas de la localidad, banderas del ejército de la paz, del partido comunista, un grupo de música y danza folklórica juvenil y si bien no es una plaza llena si hay unos cuantos cientos de pobladores locales, entre ellos un señor de aproximadamente 50 años que hace el intento de saludar a todos los recién llegados, estrechando manos por toda la plaza, cuando le pregunto por su acción se le enrojece el rostro y humedecen los ojos. "Es un honor y un sueño poder saludarlos, porque así como ellos... ¡Berracos, berracos de verdad! Así los necesita nuestra pobre Colombia!". Mientras, en el estrado las palabras de Aida Quilcué confirman que la intención de esta Minga no es que la vea el gobierno, sino que la vean los colombianos.
Tercer día, De Soacha a la Universidad Nacional
De Soacha a la Universidad Nacional son pocos kilómetros pero la distancia pareciera ser una de las más largas. En la memoria colectiva de la Minga permanecen los muertos y heridos en los enfrentamientos con la policía en La María el 15 de octubre, poco más de un mes y unos cuantos cientos de kilómetros ha pasado desde el enfrentamiento contra el ESMAD (Escuadrón Movil Anti Disturbios). Hace tan solo una semana la policía montada cargó contra los compañeros de las últimas filas de la marcha, empujando y pisando con los caballos a algunos. Para los estudiantes están igual de frescas las amenazas de los grupos "Aguilas negras" y "Bloque Capital" que prometieron la muerte de 33 estudiantes y maestros, y llegaron inclusive a levantar un "Toque de queda" según el cual cualquier estudiante "subversivo¨ que se encuentre en la universidad después de las seis será ejecutado.
Ante esto las amenazas de perder el semestre provenientes del rector de la Universidad Nacional ,Moises Wasserman, parecen cosa de juego para los grupos estudiantiles, que al igual que sus compañeros de la Universidad de Cundinamarca se preparan para recibir a la Minga en su última parada antes de dirigirse a Plaza Bolivar, el equivalente a nuestro zócalo. Nuevamente son más las comunidades que se unen en Soacha y desde muy temprano el campamento está levantado y listo para comenzar la marcha, que como se ha vuelto tradición está encabezada por un perro negro que se les unió en el camino, unos dicen que desde La María y otros que en Ibagué, pero el perro ya tiene nombre, se llama Minga y abre el camino cargando siempre una botella entre los dientes o portando el pañuelo rojiverde que ocasionalmente le colocan como collar.
Esta vez la marcha es totalmente urbana, la maestra de un kinder sacó a los niños a que vieran pasar los pueblos colombianos por la calle, los que pintan sus rostros y los que usan plumas, un poco fuera de lugar los niños vitorean "!In-di-ge-nas, in-di-ge-nas!" y reciben los saludos divertidos de los marchantes. En general las caras de los espectadores son más de curiosidad que de apego a la marcha pues, a diferencia de Cali, en Bogotá las problemáticas de los pueblos indígenas se ven muy lejanas. Aún así los trabajadores de obras públicas detienen un minuto sus labores para tomar fotos y se quitan sus cascos en señal de solidaridad, vuelvo a escuchar de la boca de una señora la expresión misteriosa"¡Bravo! ¡Sigan así de berracos¡". Ante mi interrogante me aclaran que berraco se usa para implicar furia y decisión, poner empeño por encima de lo normal.
Hoy me doy cuenta que la pregunta del primer día "¿Conoce a Marcos?" tiene mucha lógica para los integrantes de la minga, pues en algún momento me encuentro marchando y tomando fotos a tres metros de Aida Quilcué, consejera mayor del CRIC, no me cuesta más que cinco pasos y un saludo para que me comente lo contentos que se sienten "Estamos dando una muestra de dignidad que nos ha costado mucho mucho, por eso estamos contentos." Cuando se entera que vengo de México agrega "Tenemos que acercarnos, hoy estamos tratando de unir a Colombia, después hay que unirnos todos en una sola voz. Llévese un saludo de resistencia para México" dice a guisa de despedida.
Al principio de la marcha aún se dudaba acerca de la posible represión, pero tan cerca de la capital no es conveniente para la imagen del gobierno, ya bastante están trabajando los medios hablando solamente de los escándalos de las pirámides financieras como para que aparte haya un escándalo de represión en el corazón mismo de la capital colombiana. Es por esto que la presencia de la ley se limita a mujeres policías flanqueando la marcha, muy jóvenes ellas, los muchachos de la guardia no pueden dejar de mirarlas de vez en cuando a pesar de que el uniforme verde representa al estado represor, hoy el estado por lo menos puso chicas lindas en uniforme verde en vez de los macabros uniformes negros con pasamontañas de los ESMAD y el gesto no deja de agradecerse incluso por parte de los que somos espectadores, sobretodo porque desde la mañana estamos informados de la amenaza que le llegó vía electrónica a un compañero italiano, la respuesta a la noticia por parte de los compañeros más veteranos fue hacer bromas a las costillas del colega amenazado para mejor tomarlo con humor en vez de caer en la paranoia, así se vive en esta marcha donde indígenas, estudiantes y periodistas están amenazados.
Pero todo se olvida al llegar a la UNAL, hay un enorme cartel que le da la bienvenida a la minga y una banda de estudiantes toca música "papayera", lo que para nosotros sería música de banda de pueblo, buena para bailar y celebrar. Después de una breve pausa se abren de par en par las puertas y la marcha se dirige entera a la "Explanada del Ché" donde una enorme representación de la histórica Imágen de Guevara tomada por Korda es testigo de la llegada de los pueblos indígenas en pleno, los músicos siguen tocando mientras algún mayor baila como cóndor en una esquina y los estudiantes reparten "aguapanela" (agua caliente con piloncillo) a los cansados caminantes.
Se hace una nueva rueda de prensa ahora si atestada de medios locales, nacionales e internacionales, y se comienzan a armar los campamentos para preparar la comida para todos los integrantes de la marcha, como última afrenta, el rector permitió que se abrieran las puertas de la universidad pero cerró todos los edificios, los marchantes tendrán que dormir en los jardines, lo que definitivamente se siente mucho menos grave después de tantos kilómetros de marcha. Pero todo se olvida cuando la banda de universitarios toca una versión instrumental del Himno de la Guardia Indígena, algo que suena a cumbia andina y que inevitablemente llena de energía a los marchantes con su coro "¡Guardia guardia, fuerza fuerza, por mi raza por mi tierra!".
Cuarto y último día, de la Universidad a la Plaza Bolivar.
El último día la marcha pareciera que no quiere comenzar para que no se acabe la Minga. Ahora los campamentos tardan mucho más en levantarse, el desayuno se toma con mucha más calma, yo recibo arepita con chocolate (La arepa es una gordita de maíz omnipresente en Colombia con cientos de variantes, todas deliciosas) en un campamento y aguapanela con masas en otro, no se puede uno negar a los amables ofrecimientos, la gente se va movilizando muy lentamente comparado con los días pasados, se dan tiempo de platicar y tomarse las cosas con calma.
Al final se coordina la salida, previamente los mayores hacen otro ritual para asegurar un buen viaje y finalmente la universidad se vacía de a poco con rumbo a la plaza Bolívar, ahora la marcha está conformada por los pueblos indígenas a la delantera (guiados por el siempre presente perro negro apodado "Minga") a quienes se han integrado los pueblos afro de la costa colombiana así como los cortadores de caña, les siguen los estudiantes y organizaciones civiles en la retaguardia, con un importante contingente de la escuela pedagógica y otros más uniéndose en el camino. Todos con su fiesta, todos con sus consignas.
"Que lo vengan a ver
que lo vengan a ver
este no es un gobierno
son los paracos en el poder"
"Queremos chicha
queremos maíz
las transnacionales
fuera del país"
"Hay que ver las cosas que pasan
hay que ver las cosas que van
con un pueblo que camina pa´delante
y un gobierno que camina para´tras"
Al llegar al centro es más la gente que a los lados de la avenida aplaude a la marcha y sus integrantes, es más fuerte la música y más alegre la danza, las voces se alzan ante la idea de que si se va a llegar a la plaza Bolívar, no hay oposición de la policía y las calles están despejadas. Uribe salió a Perú un día antes de la reunión de cooperación económica de Asia Pacífico para poder entrevistarse con Bush y al mismo tiempo no tener que encontrarse con la minga, el territorio está libre para llegar al corazón de Colombia, cuando por fin se cruza la última cuadra los mayores se adelantan a la marcha y elevan los brazos al cielo en un último ritual con los ojos anegados en lágrimas, fueron casi 500 kilometros de marcha que terminan aquí y ahora, cuando se desata una fuerte lluvia ("Tata wala", el padre trueno, hablaba de antemano) que no impide que la plaza se llene y todos se queden a escuchar las palabras de los líderes del movimiento, cuando se repite que está minga caminó la palabra por la desconfianza que da la palabra escrita, aquella que es la primera ignorada por el gobierno. Durante el último acto la lluvia arrecia pero no impide que se siga escuchando y tomando chicha bajo los gruesos goterones, algún mayor comenta que la naturaleza también trata de decir algo.
A las participaciones de Aida Quilcué, Feliciano Valencia y Luis Eveliz Andrade se añaden las de representantes de los pueblos indígenas de Ecuador, Perú y Bolivia, incluso de Suecia e Italia que expresan su apoyo al pacto de unidad que la minga expresa con los estudiantes, cortadores de capa y todos los sectores de la ciudadanía para la formación de una agenda común de los pueblos.
Hoy se terminó la marcha, se caminó la palabra y se logró que fuese escuchada, si bien no por el presidente si por el pueblo, se siente muy poco cansancio en el ambiente, pero impera la certeza de que los 500 kilómetros recién marchados no fueron suficientes, que quedan muchos más por caminar.
martes, enero 08, 2008
Aquel verso dice
Pasaba la noche en punto
y llegó la madrugada
soñando con tu mirada
para despertarnos juntos
me encantan esos asuntos
de tenerte aqui contigo
disculpa si te lo digo
no quisiera saturarte
tan solo quiero mostrarte
lo feliz que soy contigo
Porque me lo pidieron, y porque el año inició con son jarocho para nosotros entre la deliciosa niebla de Zoncuantla Veracruz y hay que aprovechar cuando estas cosas suceden.
y llegó la madrugada
soñando con tu mirada
para despertarnos juntos
me encantan esos asuntos
de tenerte aqui contigo
disculpa si te lo digo
no quisiera saturarte
tan solo quiero mostrarte
lo feliz que soy contigo
Porque me lo pidieron, y porque el año inició con son jarocho para nosotros entre la deliciosa niebla de Zoncuantla Veracruz y hay que aprovechar cuando estas cosas suceden.
martes, octubre 16, 2007
De vuelta
Al mundo una madrugada, salí a oscuras de casa y recordé que veintitantos años de programación no son en balde, me siento más tranquilo si saliendo de casa está oscuro aún. A mi compañera le parece incomprensible, ella prefiere dormir las horas largas.
En el camino, como siempre, voy pensando en historias que no sé contar pero que de algún modo van a dejarse salir por algún lado.
"A mi lo que me gusta es caminar" pienso mientras subo al vagón de gente somnolienta. Y recuerdo lo que leí ayer, la carta al editor en la que se congratulaba a los regiomontanos (Mis paisanos porque no me queda otra) de ser trabajadores y ahora cultos, como si por una fiesta priista a la que vienen unos cuantos buenos artistas la cultura llegara a la ciudad como uno de esos aguaceros del mes pasado.
Sin embargo el Forum lo aprovecho, trabajo mucho más de lo que me pagan pero hago lo que quiero. Llegando al estudio reviso mis apuntes y googleo (Que bonita palabra) al escribidor que se apropió de nuestro suplemento con un texto totalmente masturbatorio, Rogelio Villarreal, ¡Chale! Tiene un blog.
Así es, antes en el blog estabamos los anónimos, ahora ya cualquiera se cree con derecho a tenerlo, hasta los escritores, en el de Villarreal encuentro links a los blogs de otros escritores, debe ser que ellos solo se linkean entre sí, pura gente bonita.
Ahi está Fadanelli, entro y me convenzo de lo que ya sospechaba, el vato escribe igual que hace quince años, que patético ser. Aparte es feísimo, pero de eso me enteré por boca de una amiga a la que se quiso ligar pero que nunca lo había leído.
-Lo que quiero saber es porqué el cabezotas lo admira tanto - me preguntó
-Porque el cabezotas también es feísimo, y a lo mejor cree que escribiendo el mismo cuento por veinte años puede hacerse famoso y tener groupies.- concluí
En el artículo que me encabronó, Rogelio Villarreal hace una crónica del encuentro de escritores (Al que no asistí) que aprovecha para hacer una elegía de si mismo y de sus amigos, critica a José María Pérez Gay por supuestamente haberse pirateado una crítica de la wikipedia, como si todos los periodistas-escritores fuesen libres de pecado, miremos si no a su amigo Fadanelli, que se piratea a si mismo. Pero mister Villarreal es puro y limpio, le concede el perdón a Perez Gay por respeto a sus canas (¿Debería yo acaso respetar la calvicie de Roberto?).
Se aprovecha de la controversia que pende sobre José María, al acusarsele de plagio su credibilidad disminuye, sin embargo respeta y defiende a Juan Villoro, lo imagino arredrado y miedoso de criticar a quien no debe, sabe que dos palabras de la pluma de Villoro valen mucho más que cualquiera de sus artículos. Sus crónicas que me recuerdan aquello que le espetó Susana Alexander a Lopez Moya un día que la estaba entrevistando .
-A ver ¿Esto es para que te luscas tu o me vas a entrevistar? Porque si espara lucirte primero tienes que arreglarte el peinado mhijito...
Así pareciera que Villarreal sufre de lopezmoyismo, si escribe es para lucirse el, no para que la gente se dé cuenta que pasó algo así como un encuentro de escritores.
Y aparte el pendejo cree que se saca un conejo del sombrero diciendo que todo terminó en el café Nuevo Brasil, yo no fuí al encuentro y lo sabía por inevitable. No solo eso, se explaya en el contenido de la rockola. ¡Que alguien lo saque a pasear!
Termino convencido de dos cosas, a Villarreal no se le para, por eso alardea con golpes de erudicion su mermada varonía. La otra cosa es que si así son los escritores mexicanos, mis croniquitas escuetas en el periódico y mis "cuentitos bonitos" son realmente innovación en este paraje tan yermo. Leeré con calma a Sergio Pitol para sacarme el amargo sabor de haber leído a Villarreal y Fadanelli el mismo día. Prometo no volverlo a hacer.
Apenas va saliendo el sol ¡Como me gustan las mañanas! Mientras termino de escribir voy pensandole a la caminadita que me voy a echar a la esquina a comprarme mi chocolala con su respectivo panecito, definitivamente hay que desayunar como niño para aprovechar los días desde el principio. De una vez me iré pensando en como contar la historia de Paco, el que supo volar cabeza arriba pero siempre le gustó más caminar despacito.
En el camino, como siempre, voy pensando en historias que no sé contar pero que de algún modo van a dejarse salir por algún lado.
"A mi lo que me gusta es caminar" pienso mientras subo al vagón de gente somnolienta. Y recuerdo lo que leí ayer, la carta al editor en la que se congratulaba a los regiomontanos (Mis paisanos porque no me queda otra) de ser trabajadores y ahora cultos, como si por una fiesta priista a la que vienen unos cuantos buenos artistas la cultura llegara a la ciudad como uno de esos aguaceros del mes pasado.
Sin embargo el Forum lo aprovecho, trabajo mucho más de lo que me pagan pero hago lo que quiero. Llegando al estudio reviso mis apuntes y googleo (Que bonita palabra) al escribidor que se apropió de nuestro suplemento con un texto totalmente masturbatorio, Rogelio Villarreal, ¡Chale! Tiene un blog.
Así es, antes en el blog estabamos los anónimos, ahora ya cualquiera se cree con derecho a tenerlo, hasta los escritores, en el de Villarreal encuentro links a los blogs de otros escritores, debe ser que ellos solo se linkean entre sí, pura gente bonita.
Ahi está Fadanelli, entro y me convenzo de lo que ya sospechaba, el vato escribe igual que hace quince años, que patético ser. Aparte es feísimo, pero de eso me enteré por boca de una amiga a la que se quiso ligar pero que nunca lo había leído.
-Lo que quiero saber es porqué el cabezotas lo admira tanto - me preguntó
-Porque el cabezotas también es feísimo, y a lo mejor cree que escribiendo el mismo cuento por veinte años puede hacerse famoso y tener groupies.- concluí
En el artículo que me encabronó, Rogelio Villarreal hace una crónica del encuentro de escritores (Al que no asistí) que aprovecha para hacer una elegía de si mismo y de sus amigos, critica a José María Pérez Gay por supuestamente haberse pirateado una crítica de la wikipedia, como si todos los periodistas-escritores fuesen libres de pecado, miremos si no a su amigo Fadanelli, que se piratea a si mismo. Pero mister Villarreal es puro y limpio, le concede el perdón a Perez Gay por respeto a sus canas (¿Debería yo acaso respetar la calvicie de Roberto?).
Se aprovecha de la controversia que pende sobre José María, al acusarsele de plagio su credibilidad disminuye, sin embargo respeta y defiende a Juan Villoro, lo imagino arredrado y miedoso de criticar a quien no debe, sabe que dos palabras de la pluma de Villoro valen mucho más que cualquiera de sus artículos. Sus crónicas que me recuerdan aquello que le espetó Susana Alexander a Lopez Moya un día que la estaba entrevistando .
-A ver ¿Esto es para que te luscas tu o me vas a entrevistar? Porque si espara lucirte primero tienes que arreglarte el peinado mhijito...
Así pareciera que Villarreal sufre de lopezmoyismo, si escribe es para lucirse el, no para que la gente se dé cuenta que pasó algo así como un encuentro de escritores.
Y aparte el pendejo cree que se saca un conejo del sombrero diciendo que todo terminó en el café Nuevo Brasil, yo no fuí al encuentro y lo sabía por inevitable. No solo eso, se explaya en el contenido de la rockola. ¡Que alguien lo saque a pasear!
Termino convencido de dos cosas, a Villarreal no se le para, por eso alardea con golpes de erudicion su mermada varonía. La otra cosa es que si así son los escritores mexicanos, mis croniquitas escuetas en el periódico y mis "cuentitos bonitos" son realmente innovación en este paraje tan yermo. Leeré con calma a Sergio Pitol para sacarme el amargo sabor de haber leído a Villarreal y Fadanelli el mismo día. Prometo no volverlo a hacer.
Apenas va saliendo el sol ¡Como me gustan las mañanas! Mientras termino de escribir voy pensandole a la caminadita que me voy a echar a la esquina a comprarme mi chocolala con su respectivo panecito, definitivamente hay que desayunar como niño para aprovechar los días desde el principio. De una vez me iré pensando en como contar la historia de Paco, el que supo volar cabeza arriba pero siempre le gustó más caminar despacito.
viernes, marzo 09, 2007
Poesía de Shel Silverstein
Hace no menos de 25 años mi madre me leía los cuentos del tio Shel, "The giving tree" y "The missing piece". Recuerdo que me parecían lindos cuentos. Tambien recuerdo que de adulto los leí de nuevo y lloré en más de una ocasión. Eso pasa con las fábulas acerca del amor incondicional y la busqueda interminable del sentido de la vida. De niños nos entretienen y más tarde vamos comprendiendo poco a poquito de que se tratan. silverstein también hizo poesía, como el, totalmente irreverente y siempre llena de verdades.
WHERE THE SIDEWALK ENDS
There's a place where the sidewalk ends
And before the street begins,
And there the grass grows soft and white,
And there the sun burns crimson bright,
And there the moon-bird rests from his flight
To cool in the pepermint wind.
Let us leave this place where the smoke blows black
And the dark streets winds and bends.
Past the pits where the asphalt flowers grow
We shall walk with a walk that is measured and slow,
And watch where the chalk-white arrows go
To the place where the sideway ends.
yes we'll walk with a walk that is measured and slow,
And we'll go where the chalk-white arrows go,
For the children, they mark, and the children, they know
The place where the sidewalk ends.
WHERE THE SIDEWALK ENDS
There's a place where the sidewalk ends
And before the street begins,
And there the grass grows soft and white,
And there the sun burns crimson bright,
And there the moon-bird rests from his flight
To cool in the pepermint wind.
Let us leave this place where the smoke blows black
And the dark streets winds and bends.
Past the pits where the asphalt flowers grow
We shall walk with a walk that is measured and slow,
And watch where the chalk-white arrows go
To the place where the sideway ends.
yes we'll walk with a walk that is measured and slow,
And we'll go where the chalk-white arrows go,
For the children, they mark, and the children, they know
The place where the sidewalk ends.
miércoles, febrero 21, 2007
A ritmo de marcha camión
Esto lo escribí y vendí el año pasado a una revista de monterrey... publicado o no... pos aquístá pa ustedes...
“Murga es una golondrina que en su mágico vuelo
Barriletes de ilusión, va recortando en el cielo”
retirada “Milonga nacional, 1968”
Aquí, en el tablado, es donde el carnaval se hace un poco diferente a lo que estamos acostumbrados, de los eventos más importantes, aparte de los desfiles, y lo que hace que el carnaval llegue a todo el pueblo (Se dice que el carnaval vende más entradas en un mes que el fútbol en un año), las presentaciones en los tablados son una de las tradiciones características del carnaval de Montevideo, donde antiguamente cada barrio tenía su propio tablado, un estrado improvisado de madera adornado con lucecitas de colores donde se presentaban los talentos del pueblo. Competía cada barrio, en ocasiones hasta de esquina a esquina de una misma calle, para ver quien ponía el tablado más bonito, el que más llamara a la gente a salir de sus casas (a veces llevando cada quien su silla) para ver los vistosos disfraces y escuchar las pegajosas melodías de los “artistas por un mes”.
Ahora los tablados se organizan en lugares fijos, distribuidos a lo largo y ancho de Montevideo, así que escojo uno que quede relativamente céntrico y pago una entrada de sesenta pesos uruguayos (unos veinticinco pesos mexicanos) para entrar a un teatro bastante concurrido por familias enteras, grupos de jóvenes, personas mayores, todos con el sempiterno mate que el uruguayo lleva a todos lados. El ambiente es de fiesta dominical, en el pasillo de entrada se venden choripanes, carne asada, elotes, pasta, cerveza, refrescos… en el cartel están anunciados “Araca la cana”, “Sociedad anónima”, “Zingaros” y “La gran Siete”. Un grupo de humoristas, una murga, unos parodistas y una murga respectivamente. Los humoristas y parodistas se dedican a presentar números cómicos, solo que los primeros tienen tema libre y los parodistas se enfocan a parodiar alguna película o personaje conocido. Las murgas son lo que más llama la atención, por su simpleza teórica que contrasta con lo llamativo de sus coros y el contenido social y político de sus letras, dirigidas a ganarse las risas o aplausos de apreciación del público.
Y es que la murga viene a ser la válvula de escape de la sociedad durante el carnaval, cada uno de los grupos pasa el año preparando las letras y los coros que presentara en cada carnaval. Son hombres y mujeres (cada vez más) de extracción popular que hablan justamente de las cosas que le pasan al pueblo, tamizando de humor los eventos del año. De hecho se dice que si uno quiere enterarse de lo que pasó en Uruguay en un año basta con asistir a los tablados en carnaval para escuchar a las murgas.
Después de una serie de anuncios por el sonido local; yerba mate, una refaccionaria, condones nacionales (Que por cierto encontré que se venden con los colores de los principales equipos de fútbol, lo que da una idea de lo aficionados que son los uruguayos, por lo menos al fútbol). Al fin se anuncia la primera murga, que en este caso es “Araca la cana”, una de las murgas más viejas, fundada en el año 35 del siglo pasado por “canillitas” (voceadores) que en el barrio de la Teja se juntaban cada mañana a recibir los periódicos para repartirlos después por la ciudad, como dice el sitio web sobre la historia de esta murga: “afincados desde siempre en el viejo baldío esperando aquel Ford del ’28 cargados de noticias, de papel enfadado y tinta fresca, que acomodaban en el hueco de la mano, para salir corriendo como palomas asustadas en diferentes direcciones, trepando la empinada cuesta de empedrado rojizo; escuela donde se moldeaban las almas de los hombres de otrora. Allí nació La Bruta (Araca la cana), del hombre marginado.”. Se dice que mucho de la manera de cantar de los murguistas viene del sonsonete con el que los voceros de aquellos tiempos iban gritando las noticias del día para ofrecer los periódicos, ese tono del merolico que eleva la voz para ser oído sin lastimarse. No es para menos, pues después de actuar en este tablado subirán al camión (Incluso hay un ritmo de murga llamado “marcha camión” que simula el rum tum tum de circular por las calles) para ir a cantar a otro tablado, en promedio cantará tres veces por noche durante los casi dos meses que dura el carnaval.
El origen popular de esta murga salta a la vista desde el nombre: “Araca la cana”, que en argot porteño un poco caduco, pero fácilmente interpretable con la ayuda de un “Diccionario de lunfardo”, quiere decir “Atento con la policía” (es notable que el mismo diccionario define “mejicanada” como el acto de robar a un ladrón o contrabandista), es una murga tradicionalmente de izquierda que ha sido apodada “La bruta” justamente por mantener una línea de crítica al gobierno constantemente, este es el primer año del carnaval en el cual el gobierno está en manos del frenteamplista Tabaré Vazques, miembro de la eterna oposición de izquierda, y los letristas de la murga se encuentran con la sorpresa de ahora no tener los mismos temas de siempre para cantar, y es que la murga es reflejo del pueblo, debajo de la cara pintada y los vistosos trajes hay un motivo social, un mensaje que compartir. Los que están en el público, pasándose el mate o comiendo pizza, ya se saben las historias que cuentan los murguistas en su couplé, es la labor del murguista el exponerlas de manera que el pueblo se sienta identificado con su manera de verlas. Por ejemplo cuando otra murga, “Agarrate Catalina”, dice en un couple relativo al presidente venezolano y sus discursos kilométricos:
“De repente cambié
puse fútbol japonés
tres partidos miré
uno con alargue
Terminó y después ví
todo pare de sufrir
y en el otro canal
seguía hablando Chávez”
“Agarrate catalina, 2006”
Así, se aborda todo tipo de temas, llegándose a repetir algunos que por su importancia se vuelven obligatorios en el repertorio de cada murga, por ejemplo el conflicto entre Uruguay y Argentina por la instalación de un par de plantas papeleras con capital extranjero y sus consecuencias ecológicas
“La planta de celulosa
la polémica encendió
y uruguayos y argentinos
discuten su instalación.
Nos tienen de basurero
apuntan siempre hacia el sur
porque aquí está el Tercer Mundo
y su desesperación”
“Araca la Cana, 2006”
“No llores por mí Argentina
que el río contaminado
es mi estrategia
así, seguro
clasificamos”,
“El gran tuleque, 2006”
“Desde Finlandia,
con gran propaganda,
llegan las plantas
de un jugo especial.
Y al mismo tiempo
que aumenta el trabajo,
esto nos trajo, un quilombo ambiental
Con perdón
del espíritu de Jack “Custó”
y la yegua de Briggitte “Bardó”;
¡que viva la inversión!”
“Agarrate Catalina, 2006”
El público festeja las ocurrencias y se aprende las letras más notables de cada murga, pues una misma persona puede ver a cada murga varias veces al presentarse estas en diferentes tablados cada noche. En el pasado llegó a haber hasta 200 tablados en la ciudad de Montevideo (ciudad con aproximadamente un millón y medio de habitantes), Ahora hay alrededor de 20, algunos que funcionan con capital privado, perteneciendo a un empresario que se encarga de contratar a las murgas más populares y así asegurar su ingreso gracias la asistencia del público y la venta de comida y bebida. Y es que las murgas se hacen de una afición muy fiel, ya sea por su barrio de origen o su alineación política, llegando al extremo de que la afición (“la hinchada”) llega a sentir el concurso de carnaval de una manera tan emotiva como un campeonato de fútbol, del que no se distingue mucho en los comentarios de la gente, que dedica buena parte de sus conversaciones, foros de internet y columnas en los diarios locales a la alineación de cada murga y la calidad del material, vestuarios o espectáculo de cada una, conocen el nombre de sus integrantes y quien dejó una murga para formar parte de otra. No es extraño que en los intervalos de los tablados se hagan concursos de trivia donde el presentador pregunta al público “¿Quien ganó el premio a figura de murga el carnaval 2002?” ante la cual se levanta una multitud de manos de entre el público, evidentes aficionados que conocen la respuesta de memoria.
Aparte de la música también se reconoce en la murga una fuerte vena histriónica, ya que mucho hay de teatro en sus presentaciones, nunca muy separadas de la poesía natural de los letristas montevideanos y la tragicomedia. Así, los murguistas son músicos y actores, poetas y malabaristas que intentan llevar al público a identificarse a si mismo en sus evoluciones sobre el tablado, como hace la murga “A Contramano” al representar el papel de artistas callejeros, en cierta parte de su actuación uno de ellos, disfrazado de malabarista callejero tiene problemas para malabarear pelotas que sucesivamente representan el trabajo, la educación y la salud, y constantemente se le caen al suelo, finalmente, se le entregan dos pelotas nuevas representando la esperanza y la fe, pero con la condición de que juegue “Con la izquierda atrás” según se le ordena, después de confundir la izquierda con la derecha (Otra broma recurrente este año, primero de gobierno de alineación izquierdista) , finalmente juega con “la esperanza” y “la fe”, y canta:
“Aquí me encuentro sin una bola
me faltan manos para sostener la fe
sin la familia sin un apoyo
y ahora no se que voy a hacer”
A lo que el coro responde:
“No se preocupe malabarista
hay tres millones de uruguayos como usted
siempre dispuestos a dar sus manos
para los valores sostener”
“Contrafarsa, 2006”
De este modo cada murga, con sus herramientas y estilo particulares, presenta de su mensaje. Incluso “Queso magro”, una murga joven (como se denomina las que han salido de los talleres de murga y son de reciente adición al carnaval) que se dice más preocupada por el humor que por un contenido social, canta en un couple titulado “casi” donde el mensaje final es “para ser uruguayo está bien”:
“Nos conformamos porque es nuestra identidad
es la costumbre de que falte un poco así
por ser mediocres hoy queremos festejar
que hay peores que nosotros
si no miren Paraguay…”
“Hoy es el casi una palabra nacional
en Giannatasio casi una autopista hay
la ciudad vieja casi igual a Europa está
por lo visto al primer mundo
casi estamos por entrar
(¡Que lo sepa Paraguay!)”
“Queso magro, 2006”
Cada uno de estos grupos entrega así su actuación noche por noche, llevando risas a la audiencia, pero también la melancolía tan propia de los porteños de ambos lados del río de la plata (no en balde son los creadores del tango). Al final de cada actuación la murga ejecuta una última melodía que se llama “retirada”, en la cual predomina la nostalgia por estar próximo el final del carnaval (aunque falte casi un mes), abundan las promesas de volver el próximo año para traer más alegría y color. Es aquí que todas las murgas, independientemente de extracciones sociales o afinidades políticas se hacen una en el sentimiento de haber disfrutado de “El mágico embrujo de otro carnaval”. Normalmente la despedida termina con la murga bajando del escenario, ahí es cuando los hinchas se acercan a saludar a sus murguistas favoritos, tomarse una foto, dar un abrazo y un beso para mancharse un poco de maquillaje y brillantina, y contagiarse de carnaval a su manera mientras los murguistas aún entonan la última estrofa de la retirada:
“En el saludo les decimos volveremos
a despedirnos de la muerte una vez más
con un engaño le hace moñas al destino
Nunca termina la función, vuelve a empezar”
Despedida “Queso magro, 2006”
Casi rayando la medianoche, después de apreciar el espectáculo, aplaudir y reír, el público se despide del tablado cargando con la familia entera, el mate y la tonada de la despedida de las murgas, que cada noche se despiden del público y prometen volver el año siguiente, o la noche siguiente para los que, fieles, irán a ver a su murga favorita a otro tablado.
Agradecimientos: A Dharma por el diccionario de lunfardo y enseñarme la diferencia entre “murguista” y “murguero”, a Nicolás Glison por los mates y mostrarme que el carnaval no es muy diferente al fútbol, y a la murga “Queso Magro” por permitirme acompañarlos una noche entera de carnaval y en consecuencia convertirme en su primer“hincha” mexicano.
“Murga es una golondrina que en su mágico vuelo
Barriletes de ilusión, va recortando en el cielo”
retirada “Milonga nacional, 1968”
Aquí, en el tablado, es donde el carnaval se hace un poco diferente a lo que estamos acostumbrados, de los eventos más importantes, aparte de los desfiles, y lo que hace que el carnaval llegue a todo el pueblo (Se dice que el carnaval vende más entradas en un mes que el fútbol en un año), las presentaciones en los tablados son una de las tradiciones características del carnaval de Montevideo, donde antiguamente cada barrio tenía su propio tablado, un estrado improvisado de madera adornado con lucecitas de colores donde se presentaban los talentos del pueblo. Competía cada barrio, en ocasiones hasta de esquina a esquina de una misma calle, para ver quien ponía el tablado más bonito, el que más llamara a la gente a salir de sus casas (a veces llevando cada quien su silla) para ver los vistosos disfraces y escuchar las pegajosas melodías de los “artistas por un mes”.
Ahora los tablados se organizan en lugares fijos, distribuidos a lo largo y ancho de Montevideo, así que escojo uno que quede relativamente céntrico y pago una entrada de sesenta pesos uruguayos (unos veinticinco pesos mexicanos) para entrar a un teatro bastante concurrido por familias enteras, grupos de jóvenes, personas mayores, todos con el sempiterno mate que el uruguayo lleva a todos lados. El ambiente es de fiesta dominical, en el pasillo de entrada se venden choripanes, carne asada, elotes, pasta, cerveza, refrescos… en el cartel están anunciados “Araca la cana”, “Sociedad anónima”, “Zingaros” y “La gran Siete”. Un grupo de humoristas, una murga, unos parodistas y una murga respectivamente. Los humoristas y parodistas se dedican a presentar números cómicos, solo que los primeros tienen tema libre y los parodistas se enfocan a parodiar alguna película o personaje conocido. Las murgas son lo que más llama la atención, por su simpleza teórica que contrasta con lo llamativo de sus coros y el contenido social y político de sus letras, dirigidas a ganarse las risas o aplausos de apreciación del público.
Y es que la murga viene a ser la válvula de escape de la sociedad durante el carnaval, cada uno de los grupos pasa el año preparando las letras y los coros que presentara en cada carnaval. Son hombres y mujeres (cada vez más) de extracción popular que hablan justamente de las cosas que le pasan al pueblo, tamizando de humor los eventos del año. De hecho se dice que si uno quiere enterarse de lo que pasó en Uruguay en un año basta con asistir a los tablados en carnaval para escuchar a las murgas.
Después de una serie de anuncios por el sonido local; yerba mate, una refaccionaria, condones nacionales (Que por cierto encontré que se venden con los colores de los principales equipos de fútbol, lo que da una idea de lo aficionados que son los uruguayos, por lo menos al fútbol). Al fin se anuncia la primera murga, que en este caso es “Araca la cana”, una de las murgas más viejas, fundada en el año 35 del siglo pasado por “canillitas” (voceadores) que en el barrio de la Teja se juntaban cada mañana a recibir los periódicos para repartirlos después por la ciudad, como dice el sitio web sobre la historia de esta murga: “afincados desde siempre en el viejo baldío esperando aquel Ford del ’28 cargados de noticias, de papel enfadado y tinta fresca, que acomodaban en el hueco de la mano, para salir corriendo como palomas asustadas en diferentes direcciones, trepando la empinada cuesta de empedrado rojizo; escuela donde se moldeaban las almas de los hombres de otrora. Allí nació La Bruta (Araca la cana), del hombre marginado.”. Se dice que mucho de la manera de cantar de los murguistas viene del sonsonete con el que los voceros de aquellos tiempos iban gritando las noticias del día para ofrecer los periódicos, ese tono del merolico que eleva la voz para ser oído sin lastimarse. No es para menos, pues después de actuar en este tablado subirán al camión (Incluso hay un ritmo de murga llamado “marcha camión” que simula el rum tum tum de circular por las calles) para ir a cantar a otro tablado, en promedio cantará tres veces por noche durante los casi dos meses que dura el carnaval.
El origen popular de esta murga salta a la vista desde el nombre: “Araca la cana”, que en argot porteño un poco caduco, pero fácilmente interpretable con la ayuda de un “Diccionario de lunfardo”, quiere decir “Atento con la policía” (es notable que el mismo diccionario define “mejicanada” como el acto de robar a un ladrón o contrabandista), es una murga tradicionalmente de izquierda que ha sido apodada “La bruta” justamente por mantener una línea de crítica al gobierno constantemente, este es el primer año del carnaval en el cual el gobierno está en manos del frenteamplista Tabaré Vazques, miembro de la eterna oposición de izquierda, y los letristas de la murga se encuentran con la sorpresa de ahora no tener los mismos temas de siempre para cantar, y es que la murga es reflejo del pueblo, debajo de la cara pintada y los vistosos trajes hay un motivo social, un mensaje que compartir. Los que están en el público, pasándose el mate o comiendo pizza, ya se saben las historias que cuentan los murguistas en su couplé, es la labor del murguista el exponerlas de manera que el pueblo se sienta identificado con su manera de verlas. Por ejemplo cuando otra murga, “Agarrate Catalina”, dice en un couple relativo al presidente venezolano y sus discursos kilométricos:
“De repente cambié
puse fútbol japonés
tres partidos miré
uno con alargue
Terminó y después ví
todo pare de sufrir
y en el otro canal
seguía hablando Chávez”
“Agarrate catalina, 2006”
Así, se aborda todo tipo de temas, llegándose a repetir algunos que por su importancia se vuelven obligatorios en el repertorio de cada murga, por ejemplo el conflicto entre Uruguay y Argentina por la instalación de un par de plantas papeleras con capital extranjero y sus consecuencias ecológicas
“La planta de celulosa
la polémica encendió
y uruguayos y argentinos
discuten su instalación.
Nos tienen de basurero
apuntan siempre hacia el sur
porque aquí está el Tercer Mundo
y su desesperación”
“Araca la Cana, 2006”
“No llores por mí Argentina
que el río contaminado
es mi estrategia
así, seguro
clasificamos”,
“El gran tuleque, 2006”
“Desde Finlandia,
con gran propaganda,
llegan las plantas
de un jugo especial.
Y al mismo tiempo
que aumenta el trabajo,
esto nos trajo, un quilombo ambiental
Con perdón
del espíritu de Jack “Custó”
y la yegua de Briggitte “Bardó”;
¡que viva la inversión!”
“Agarrate Catalina, 2006”
El público festeja las ocurrencias y se aprende las letras más notables de cada murga, pues una misma persona puede ver a cada murga varias veces al presentarse estas en diferentes tablados cada noche. En el pasado llegó a haber hasta 200 tablados en la ciudad de Montevideo (ciudad con aproximadamente un millón y medio de habitantes), Ahora hay alrededor de 20, algunos que funcionan con capital privado, perteneciendo a un empresario que se encarga de contratar a las murgas más populares y así asegurar su ingreso gracias la asistencia del público y la venta de comida y bebida. Y es que las murgas se hacen de una afición muy fiel, ya sea por su barrio de origen o su alineación política, llegando al extremo de que la afición (“la hinchada”) llega a sentir el concurso de carnaval de una manera tan emotiva como un campeonato de fútbol, del que no se distingue mucho en los comentarios de la gente, que dedica buena parte de sus conversaciones, foros de internet y columnas en los diarios locales a la alineación de cada murga y la calidad del material, vestuarios o espectáculo de cada una, conocen el nombre de sus integrantes y quien dejó una murga para formar parte de otra. No es extraño que en los intervalos de los tablados se hagan concursos de trivia donde el presentador pregunta al público “¿Quien ganó el premio a figura de murga el carnaval 2002?” ante la cual se levanta una multitud de manos de entre el público, evidentes aficionados que conocen la respuesta de memoria.
Aparte de la música también se reconoce en la murga una fuerte vena histriónica, ya que mucho hay de teatro en sus presentaciones, nunca muy separadas de la poesía natural de los letristas montevideanos y la tragicomedia. Así, los murguistas son músicos y actores, poetas y malabaristas que intentan llevar al público a identificarse a si mismo en sus evoluciones sobre el tablado, como hace la murga “A Contramano” al representar el papel de artistas callejeros, en cierta parte de su actuación uno de ellos, disfrazado de malabarista callejero tiene problemas para malabarear pelotas que sucesivamente representan el trabajo, la educación y la salud, y constantemente se le caen al suelo, finalmente, se le entregan dos pelotas nuevas representando la esperanza y la fe, pero con la condición de que juegue “Con la izquierda atrás” según se le ordena, después de confundir la izquierda con la derecha (Otra broma recurrente este año, primero de gobierno de alineación izquierdista) , finalmente juega con “la esperanza” y “la fe”, y canta:
“Aquí me encuentro sin una bola
me faltan manos para sostener la fe
sin la familia sin un apoyo
y ahora no se que voy a hacer”
A lo que el coro responde:
“No se preocupe malabarista
hay tres millones de uruguayos como usted
siempre dispuestos a dar sus manos
para los valores sostener”
“Contrafarsa, 2006”
De este modo cada murga, con sus herramientas y estilo particulares, presenta de su mensaje. Incluso “Queso magro”, una murga joven (como se denomina las que han salido de los talleres de murga y son de reciente adición al carnaval) que se dice más preocupada por el humor que por un contenido social, canta en un couple titulado “casi” donde el mensaje final es “para ser uruguayo está bien”:
“Nos conformamos porque es nuestra identidad
es la costumbre de que falte un poco así
por ser mediocres hoy queremos festejar
que hay peores que nosotros
si no miren Paraguay…”
“Hoy es el casi una palabra nacional
en Giannatasio casi una autopista hay
la ciudad vieja casi igual a Europa está
por lo visto al primer mundo
casi estamos por entrar
(¡Que lo sepa Paraguay!)”
“Queso magro, 2006”
Cada uno de estos grupos entrega así su actuación noche por noche, llevando risas a la audiencia, pero también la melancolía tan propia de los porteños de ambos lados del río de la plata (no en balde son los creadores del tango). Al final de cada actuación la murga ejecuta una última melodía que se llama “retirada”, en la cual predomina la nostalgia por estar próximo el final del carnaval (aunque falte casi un mes), abundan las promesas de volver el próximo año para traer más alegría y color. Es aquí que todas las murgas, independientemente de extracciones sociales o afinidades políticas se hacen una en el sentimiento de haber disfrutado de “El mágico embrujo de otro carnaval”. Normalmente la despedida termina con la murga bajando del escenario, ahí es cuando los hinchas se acercan a saludar a sus murguistas favoritos, tomarse una foto, dar un abrazo y un beso para mancharse un poco de maquillaje y brillantina, y contagiarse de carnaval a su manera mientras los murguistas aún entonan la última estrofa de la retirada:
“En el saludo les decimos volveremos
a despedirnos de la muerte una vez más
con un engaño le hace moñas al destino
Nunca termina la función, vuelve a empezar”
Despedida “Queso magro, 2006”
Casi rayando la medianoche, después de apreciar el espectáculo, aplaudir y reír, el público se despide del tablado cargando con la familia entera, el mate y la tonada de la despedida de las murgas, que cada noche se despiden del público y prometen volver el año siguiente, o la noche siguiente para los que, fieles, irán a ver a su murga favorita a otro tablado.
Agradecimientos: A Dharma por el diccionario de lunfardo y enseñarme la diferencia entre “murguista” y “murguero”, a Nicolás Glison por los mates y mostrarme que el carnaval no es muy diferente al fútbol, y a la murga “Queso Magro” por permitirme acompañarlos una noche entera de carnaval y en consecuencia convertirme en su primer“hincha” mexicano.