Mi mano, Mi corazón, Victor...
Acabo de colgar despues de dos horas de telefono. Una mujer que yo amo me acaba de confirmar que nunca me amó, que lo que dijo era mentira, que disfrutó tratarme mal los ultimos ocho meses, y que siempre estuvo segura de no poder quererme. En el espacio de ciento vente minutos me sentí mal; por tener un hijo y lo que eso representa, me sentí mal por no ser tan guapo, por estar pasado de peso, por no poder estar cerca de la mujer que amo. ¡¡¡Pausa pausa!!! ¡¡¡Acaba de decirme que no me ama!!! Y que tengo razón cuando digo que me puede seguir haciendo daño, dijo que disfrutó hacendome sufrir. Ella es mucho más insegura que yo. Creo que es una mala mujer. Pero hay una parte de ella que amo, hay una parte de ella que merece ser amada. Esa es la parte que lamentablemente no dejaba salir la otra, la que me desprecia por no ser muy guapo, la que me odiaba por tener un hijo, la que hacía el amor conmigo y sin besarme.
Salí a correr, media hora, golpeando a los postes en mi camino, los de concreto porque los de madera dejan astillas. Me gustan mis manos, las mismas manos que abrazan a mi jarana con tanto cariño, que le hacen cosquillas a mi hijo y acarician a mis amantes ¡Putamadre!
Me duele la mano bien cabrón, hace diez años que no pasaba. Y ya no está Victor para arreglarmela y sacar de quien sabe donde una botella de tequila. El esta en nuestra Barcelona particular pensando para si -"Sigues siendo un pendejo, pero eres un buén pendejo Pablo... un buen Pendejo"-
Es la ultima Victor, te lo prometo, en serio amigo, la ultimita, lo juro hermanito, lo prometo por tu tumba... es la ultima.
Voy otra a correr de nuevo, cuando comienzo a perder el aliento comienzo a perder el amor poquito a poco, y las lagrimas se confunden con sudor...
Salí a correr, media hora, golpeando a los postes en mi camino, los de concreto porque los de madera dejan astillas. Me gustan mis manos, las mismas manos que abrazan a mi jarana con tanto cariño, que le hacen cosquillas a mi hijo y acarician a mis amantes ¡Putamadre!
Me duele la mano bien cabrón, hace diez años que no pasaba. Y ya no está Victor para arreglarmela y sacar de quien sabe donde una botella de tequila. El esta en nuestra Barcelona particular pensando para si -"Sigues siendo un pendejo, pero eres un buén pendejo Pablo... un buen Pendejo"-
Es la ultima Victor, te lo prometo, en serio amigo, la ultimita, lo juro hermanito, lo prometo por tu tumba... es la ultima.
Voy otra a correr de nuevo, cuando comienzo a perder el aliento comienzo a perder el amor poquito a poco, y las lagrimas se confunden con sudor...
4 Comentarios:
animo pablito! mujeres hay muchas, que te amen pocas, pero por ahi debe andar, ninguna mujer es suficientemente buena para un hombre que lo da todo, mucho menos una mujer que no lo agradece y corresponde. y tu mano... tu mano no tiene la culpa.
un beso y un abrazo fuerte.
:)
Deja que la mano sangre,
deja que la mano arda
asi el corazon,
no tendra que soportar toda la carga.
Se quiebra de noche,
escribiendo la bitácora de su corazón.
Le cuenta que se sirve de horrores,
para calmar su calor
Él no busca caricias profundas,
ni le divierte el amor.
Prefiere heridas mortales,
pues le encuentra placer al dolor.
El no pretende alegría,
ni busca la compasión,
conoce el placer de una herida,
reconoce el placer en el dolor,
y su sangre, que es sangre prohibida,
es su mayor tentación.
Él no busca melancolía,
si no es en una cicatriz,
regresa agresivo a la herida,
disfruta volviendola a abrir.
Este hombre no cede a un beso enamorado,
sin un golpe apasionado,
que pagado por adelantado,
cause el mas placentero dolor.
Este hombre ilusionado con la fuerza de otros brazos,
escribe a golpes en su diario,
la mas sana confesión.
Entregado a su naturaleza.
Entregado al placer del dolor,
cierra la historia con sangre,
confesando que el hombre soy yo.
No puedo creer que ella te haya dicho semejantes cosas, qué mujer tan cruel...
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal