Hitchcock bailando.
Antes de que nadie ponga el grito en el cielo “¿Ahora que clase de idiotez va a postear este irreverente?”. Permitanme recordarles que probablemente han leído las idioteces anteriores, las cursis y las divertidas, así que… ¡Callen bellacos, y continúen su lectura!
Gracias, necesitaba descargar tanta energía.
Continúo, no vi a Hitchcock bailando, no lo quiera el cielo, muy al contrario vi a tres chicas y un chavo que se defendieron muy dignamente en el escenario del teatro de e centro de las artes, la compañía se llama “Vortice”. El espectáculo es “Psycho, un cuento burgués”. Psycho… es toda la referencia al gordito director que hay, pero su perro escribidor se siente muy satisfecho consigo mismo de haberla encontrado.
El espectáculo es una onda multimedia muy chida, con video, animación y (claro) danza. El video collage que se presentó al principio (Iván Pujol y Vanesa Moya) muy padre, recordandome a aquellas visiones del anonimato en la multitud, de la identidad humana más escapándose de las definiciones normales. Si acaso reminiscente en cierta medida algunos de los preparados por la BBC para DC. La música muy bien manejada.
Es espectáculo en si está compuesto de cinco cuadros, Hombre Gris, Tienda, Metro, Oficina, Fiesta, Metro (Rewind), Fiesta y Psycho. Que en total componen el cuento burgués.
Hombre gris: Minimalista, cortito. Fuerte, más una expresión de pantomima que de danza, con la participación de una imagen proyectada bastante adecuada, pero a mi ne lo personal no me agrado que al proyectarse la imagen lo hiciera en parte sobre el bailarín, siento que le quita fuerza a su actitud de espectador.
Tienda: Si yo hiciera danza, esto es lo que haría, tras chicas en una tienda de ropa se comportan más o menos como si fuera la barata de fin de temporada en Zara o Mango. La violencia no se hace esperar (Con mucha gracia, eso sí) con todo y escena en cámara lenta que por momentos parecía “Matrix” y otros “Charriots of fire”. Reí… reí mucho y bien.
Metro: Animación, ahora de Yasback Moya, gris, nublada, de acuerdo con el mood del hombre gris que se pierde en la multitud para irse al trabajo. Bonita cosa.
Oficina: Los cuatro bailarines en escena, el vacío, el aburrimiento, el hartazgo que todos los que han estado en una oficina pueden llegar a sentir, movimientos mecánicos, repetidos e inútiles, o acaso simplemente uno los siente inútil, como las ocho horas que se pueden perder en una jaula de oficios y memorandums. Acaba, como siempre, cuando el reloj quiere.
Metro (Rewind): Nuestro hombre gris vuelve a casa, el metro sigue siendo un refugio de anonimatos compartidos, igual de gris y deprimente que al principio. Bonita cosa. Siento que estos tres cuadros (Metro-Oficina-Metro) son lo mejor del espectáculo y que se mantienen como propuesta aparte, autosuficiente, esta atmósfera entre ansiosa y depresiva se siente como la más desarrollada (y desarrollable aún).
Fiesta: Hummmm, ¿Me perdí de algo? Algo en esta pieza no se siente completo, las tres en una fiesta, ceden a los excesos, sufren las consecuencias, pretende ser una crítica social, el hombre gris ahora es mesero (¿Estará tan mal la situación que es neecsario mantenerse con dos trabajos?) No se siente lograda.
Psycho: La imagino como el auténtico final de la trilogía antes mencionada, se ve más danza per se, que por contar la historia, se articula adecuadamente con los cuadros anteriores, aparece de nuevo el hombre gris, ahora si es nuestro hombre gris de siempre, cansado y vacío. Es fácil imaginar “Psycho” como consecuencia de MOM (Metro-Oficina-Metro). Como el siguiente movimiento.
En mi opinión MOM seguido de Psycho es una obra completa la cual puede aún aceptar más desarrollo pues el tema da para más.
Este es un esfuerzo barato para comentar acerca de danza, disciplina que como ustedes saben domino hasta al avanzado nivel de mandar al hospital a tan solo dos de mis parejas de baile a todo lo largo de mis treinta años de vida. Realmente mi opinión no debe ser tomada en cuenta demasiado seriamente, conste aquí pues que me gustó y que espero que mis dos (A menos que ya solo sea uno) lectores vayan a verlos.
Vortice Contemporaneo. "Psycho, un cuento Burgués" jueves 21 de octubre a las 8:30 en el teatro de la ciudad (en la macroplaza) entrada libre
Salú
Gracias, necesitaba descargar tanta energía.
Continúo, no vi a Hitchcock bailando, no lo quiera el cielo, muy al contrario vi a tres chicas y un chavo que se defendieron muy dignamente en el escenario del teatro de e centro de las artes, la compañía se llama “Vortice”. El espectáculo es “Psycho, un cuento burgués”. Psycho… es toda la referencia al gordito director que hay, pero su perro escribidor se siente muy satisfecho consigo mismo de haberla encontrado.
El espectáculo es una onda multimedia muy chida, con video, animación y (claro) danza. El video collage que se presentó al principio (Iván Pujol y Vanesa Moya) muy padre, recordandome a aquellas visiones del anonimato en la multitud, de la identidad humana más escapándose de las definiciones normales. Si acaso reminiscente en cierta medida algunos de los preparados por la BBC para DC. La música muy bien manejada.
Es espectáculo en si está compuesto de cinco cuadros, Hombre Gris, Tienda, Metro, Oficina, Fiesta, Metro (Rewind), Fiesta y Psycho. Que en total componen el cuento burgués.
Hombre gris: Minimalista, cortito. Fuerte, más una expresión de pantomima que de danza, con la participación de una imagen proyectada bastante adecuada, pero a mi ne lo personal no me agrado que al proyectarse la imagen lo hiciera en parte sobre el bailarín, siento que le quita fuerza a su actitud de espectador.
Tienda: Si yo hiciera danza, esto es lo que haría, tras chicas en una tienda de ropa se comportan más o menos como si fuera la barata de fin de temporada en Zara o Mango. La violencia no se hace esperar (Con mucha gracia, eso sí) con todo y escena en cámara lenta que por momentos parecía “Matrix” y otros “Charriots of fire”. Reí… reí mucho y bien.
Metro: Animación, ahora de Yasback Moya, gris, nublada, de acuerdo con el mood del hombre gris que se pierde en la multitud para irse al trabajo. Bonita cosa.
Oficina: Los cuatro bailarines en escena, el vacío, el aburrimiento, el hartazgo que todos los que han estado en una oficina pueden llegar a sentir, movimientos mecánicos, repetidos e inútiles, o acaso simplemente uno los siente inútil, como las ocho horas que se pueden perder en una jaula de oficios y memorandums. Acaba, como siempre, cuando el reloj quiere.
Metro (Rewind): Nuestro hombre gris vuelve a casa, el metro sigue siendo un refugio de anonimatos compartidos, igual de gris y deprimente que al principio. Bonita cosa. Siento que estos tres cuadros (Metro-Oficina-Metro) son lo mejor del espectáculo y que se mantienen como propuesta aparte, autosuficiente, esta atmósfera entre ansiosa y depresiva se siente como la más desarrollada (y desarrollable aún).
Fiesta: Hummmm, ¿Me perdí de algo? Algo en esta pieza no se siente completo, las tres en una fiesta, ceden a los excesos, sufren las consecuencias, pretende ser una crítica social, el hombre gris ahora es mesero (¿Estará tan mal la situación que es neecsario mantenerse con dos trabajos?) No se siente lograda.
Psycho: La imagino como el auténtico final de la trilogía antes mencionada, se ve más danza per se, que por contar la historia, se articula adecuadamente con los cuadros anteriores, aparece de nuevo el hombre gris, ahora si es nuestro hombre gris de siempre, cansado y vacío. Es fácil imaginar “Psycho” como consecuencia de MOM (Metro-Oficina-Metro). Como el siguiente movimiento.
En mi opinión MOM seguido de Psycho es una obra completa la cual puede aún aceptar más desarrollo pues el tema da para más.
Este es un esfuerzo barato para comentar acerca de danza, disciplina que como ustedes saben domino hasta al avanzado nivel de mandar al hospital a tan solo dos de mis parejas de baile a todo lo largo de mis treinta años de vida. Realmente mi opinión no debe ser tomada en cuenta demasiado seriamente, conste aquí pues que me gustó y que espero que mis dos (A menos que ya solo sea uno) lectores vayan a verlos.
Vortice Contemporaneo. "Psycho, un cuento Burgués" jueves 21 de octubre a las 8:30 en el teatro de la ciudad (en la macroplaza) entrada libre
Salú
publicadas por Pablo Perro a la/s
1:02 p.m.
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