Estos viajes.
Van a acabar conmigo, aún no abro los ojos y estoy ya pensando que necesito tener listo el boleto para Chihuahua en la mañana y de regreso a México, a ver cuando vuelvo a pisar la casa, porque los de allá están aferrados en que me quede el tiempo necesario para que les solucione hasta las boletas de calificaciones de sus hijos. Y con lo que me gusta viajar a Chihuahua y recordar los pésimos ratos que pasé ahí, después tengo que asegurarme de que los entregables se pueden realmente entregar y que no va a haber quejas del departamento de logística por una cifra que se les ocurre pedir de ultimo momento. Y me sigo hundiendo cada vez más en la almohada.
Después de un rato me pregunto como pude dormir ocho horas con ese zumbido intermitente en mi oído. Y me acuerdo que es tu aliento, y que me gusta sentirlo, que por eso duermo tan cerca de ti.
-Hola tu.
-Hola yo.
Aparte de todo voy a tener que viajar con la laptop y eso significa que no tendré pretexto para dejar de entregar los reportes, y tener que andar cargando una maleta extra.
-¿Como dormiste guapo?
-Rico rico… ¿Y tu?
¡Carajo, y no he configurado la madrinola esa para poderme conectar desde el hotel, y así como voy a poder escribirle al Tomás el listado que me pidió!
-¿Que piensas?
-Que cada vez que despierto me enamoro.
-Mentiroso, pero más te vale que te despiertes entonces siempre conmigo.
-Lo intentaré.
Si tienes los ojos hinchados, y el golpe de tu almohada falla por casi veinte centímetros… ¿Como diablos no enamorarse cada mañana?
¿En que estaba pensando?
Después de un rato me pregunto como pude dormir ocho horas con ese zumbido intermitente en mi oído. Y me acuerdo que es tu aliento, y que me gusta sentirlo, que por eso duermo tan cerca de ti.
-Hola tu.
-Hola yo.
Aparte de todo voy a tener que viajar con la laptop y eso significa que no tendré pretexto para dejar de entregar los reportes, y tener que andar cargando una maleta extra.
-¿Como dormiste guapo?
-Rico rico… ¿Y tu?
¡Carajo, y no he configurado la madrinola esa para poderme conectar desde el hotel, y así como voy a poder escribirle al Tomás el listado que me pidió!
-¿Que piensas?
-Que cada vez que despierto me enamoro.
-Mentiroso, pero más te vale que te despiertes entonces siempre conmigo.
-Lo intentaré.
Si tienes los ojos hinchados, y el golpe de tu almohada falla por casi veinte centímetros… ¿Como diablos no enamorarse cada mañana?
¿En que estaba pensando?
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