Sueños de papel mache
A cualquier niño le asusta soñar con monstruos.
Nadia no es cualquier niña, ella es feliz cuando sueña con su monstruo.
Ella sueña cun un monstruo que parece un tigre, un tigre de madera, pero que tiene la cara de un perrito feliz y jugueton, y una barriga que a veces arrastra por el suelo cuando camina.
Su lengua es como la de una serpiente, muy ágil y rápida, que agarra los números de las multiplicaciones y divisiones y hace que todos se queden en su lugar. Cuando Nadia sueña con la escuela invita a sus amiguitos a su sueño y todos juntos saltan la cuerda con la larga lengua de su monstruo.
A veces el monstruo deja que Nadia monte en su lomo y la lleva a conocer los extraños paises de los cuentos. La muralla china y la tierra de nunca jamás, lo bueno es que sus alitas de mosquito nunca se cansan.
Una vez incluso fueron al rancho del que su abuelita cuenta tantas historias.
Cuando pasaron por ahi espantó con su vuelo a todas las vacas y chivitos del abuelo.
A veces van a nadar el río más grande del mundo, y juegan con los peces. Todos los peces se conocen y juegan futbol, Nadia juega de delanteo y su monstruo es el arbitro, pero como es muy distraido deja que Nadia meta muchos goles. Aparte los peces no saben jugar futbol muy bien. Cuando pasa un barco tienen que detener el juego, como cuando los niños juegan en la calle.
Despues de jugar futbol en el río Nadia cuelga su ropa a secar en los cuernos larguísimos del monstruo, y se acuesta bajo el sol de sus sueños mientras el con su cola emplumada, como de guacamaya, la abanica suavemente.
Tambien juegan a desenterrar tesoros en el jardín.
Aunque casi siempre encuentranb solo huesos que la perrita esconde ahí.
Y para que la perrita no se enoje, vuelven a enterrarlos de nuevo.
Si sueñan con la cocina, el monstruo prepara gelatina de mango y pastel de chocolate. Que despues se comen con las manos.
Pero el monstruo come mucho más que Nadia.
Cuando se cansan de hacer tantas cosas en sueños, Nadia se acuesta mientras el monstruo la arrulla tocando melodás con sus patas de grillo. Y la mira feliz con sus ojos de venado.
El monstruo de Nadia se llama Timoteo.
Yo lo dibujé con palabras y se lo regalé, está panzón porque se come todos los sueños feos y preocupaciones de una niña bonita.
Timoteo es un buen amigo de Nadia, es su monstruo de sueños felices.
Nadia no es cualquier niña, ella es feliz cuando sueña con su monstruo.
Ella sueña cun un monstruo que parece un tigre, un tigre de madera, pero que tiene la cara de un perrito feliz y jugueton, y una barriga que a veces arrastra por el suelo cuando camina.
Su lengua es como la de una serpiente, muy ágil y rápida, que agarra los números de las multiplicaciones y divisiones y hace que todos se queden en su lugar. Cuando Nadia sueña con la escuela invita a sus amiguitos a su sueño y todos juntos saltan la cuerda con la larga lengua de su monstruo.
A veces el monstruo deja que Nadia monte en su lomo y la lleva a conocer los extraños paises de los cuentos. La muralla china y la tierra de nunca jamás, lo bueno es que sus alitas de mosquito nunca se cansan.
Una vez incluso fueron al rancho del que su abuelita cuenta tantas historias.
Cuando pasaron por ahi espantó con su vuelo a todas las vacas y chivitos del abuelo.
A veces van a nadar el río más grande del mundo, y juegan con los peces. Todos los peces se conocen y juegan futbol, Nadia juega de delanteo y su monstruo es el arbitro, pero como es muy distraido deja que Nadia meta muchos goles. Aparte los peces no saben jugar futbol muy bien. Cuando pasa un barco tienen que detener el juego, como cuando los niños juegan en la calle.
Despues de jugar futbol en el río Nadia cuelga su ropa a secar en los cuernos larguísimos del monstruo, y se acuesta bajo el sol de sus sueños mientras el con su cola emplumada, como de guacamaya, la abanica suavemente.
Tambien juegan a desenterrar tesoros en el jardín.
Aunque casi siempre encuentranb solo huesos que la perrita esconde ahí.
Y para que la perrita no se enoje, vuelven a enterrarlos de nuevo.
Si sueñan con la cocina, el monstruo prepara gelatina de mango y pastel de chocolate. Que despues se comen con las manos.
Pero el monstruo come mucho más que Nadia.
Cuando se cansan de hacer tantas cosas en sueños, Nadia se acuesta mientras el monstruo la arrulla tocando melodás con sus patas de grillo. Y la mira feliz con sus ojos de venado.
El monstruo de Nadia se llama Timoteo.
Yo lo dibujé con palabras y se lo regalé, está panzón porque se come todos los sueños feos y preocupaciones de una niña bonita.
Timoteo es un buen amigo de Nadia, es su monstruo de sueños felices.
2 Comentarios:
como encontraste ese monstruo!!... nos vigilas o que
que boonitoooo!!!.... lástima q no soy esa nadia... pero haber q dia te das una vuelta por mis sueños...tienes permiso.
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