Todo
El camino, cinco kilómetros a pié, cincuenta en autobús, vine pensando que me reconosco en los rostros de los niños de Ixtlan, que los veo y pienso "Esos son mis ojos... esos son mis labios"
Que al pasar junto a los viejos inclino el sombrero y digo "buenos días!", pero creo que deberia decirles "Yo soy de aquí, mi bisabuelo se llamaba Emilio y era de Capulalpam, y mi bisabuela Pía era de Xiacui".
Me duele un poco, pero es un dolor rico, un dolor dulce, de reconocimiento y lejanía.
Me pregunto si todavìa en mi rostro se ve a veces la alegrìa de esos niños al jugar, o la paz de la chica que se durmió a mi lado en el autobús y se recargó en mi sin querer.
Con el calor de su piel me dijo muy bajito un poema en zapoteco, que yo ya no puedo comprender.
Que al pasar junto a los viejos inclino el sombrero y digo "buenos días!", pero creo que deberia decirles "Yo soy de aquí, mi bisabuelo se llamaba Emilio y era de Capulalpam, y mi bisabuela Pía era de Xiacui".
Me duele un poco, pero es un dolor rico, un dolor dulce, de reconocimiento y lejanía.
Me pregunto si todavìa en mi rostro se ve a veces la alegrìa de esos niños al jugar, o la paz de la chica que se durmió a mi lado en el autobús y se recargó en mi sin querer.
Con el calor de su piel me dijo muy bajito un poema en zapoteco, que yo ya no puedo comprender.
1 Comentarios:
Raices abriendose paso en tu pecho...
¿Escuchas su rumor?
¡Precioso texto!
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal