Iemanjá
La rambla de Montevideo, para ser francos, es un lugar no muy notable para tomar fotografías, como no séa al mar, y ya saben que el mar es uno de esos sujetos a quienes respeto demasiado como para fotografiar a la ligera. Los constructores ávidos de hacer plata cubrieron la rambla (En los paises civilizados lo llamaríamos "Malecón" con la consiguiente oportunidad de usarlo como albur "Vienes de maleconear?") de edificios grises y cuadrados que según me dicen tapan el sol a la hora que pega más rico sobre la playa, lo bueno es que esta ciudad esta llena de locos (Gracias a Dios!), locos alegres que de repente piensan en los caminantes y se avienta una de estas maravillas para que uno que solo está paseando mire hacia arriba y piense "Que carajo es eso?" con una sonrisa en los labios.
el palacio solo fué una distracción pasajera, porque me dirigía a la playa a fotografiar la festividad de Iemanjá este 2 de Febrero, en un año normal yo estaría en Tlacotalpan llevandole mañanitas a la Virgen de la Candelaria para despues ver como la sacan a pasear por el río, acá es Santa Catalina el nombre católico de Iemanjá, la diosa pagana del mar que todo lo dá, y si quiere todo lo quita. Desde temprano en la mañana se encuentra uno gallos sacrificados en la playa para satizfacer a la caprichosa divinidad, y a esta hora resuenan los tambores africanos mientras se entonan cantos en portugués.
Otras personas ruegan por las cosas que todos queremos, salud, dinero, amor (Como buen hartista rogué por una nueva cámara, ya tengo salud y amor, no me interesa el dinero), y encienden una vela en la arena, la protegen del viento y del agua, si la vela no se apaga, les serán concedidas sus peticiones.
Se hacen ofrendas tambien en pequeños barquitos pintados de azul y blanco, los asistentes van todos vestidos de blanco y azul, ahora son más permisivos, pero supuestamente no se debe usar ni rojo ni negro para no hacer enojar a Iemanjá, solo los "Pai" ("Padre", en portugués) pueden llevar una capa roja mientras limpian de malas energías a los presentes y canturréan para preparar la ofrenda que le harán al mar.
Tambien hay mujeres adorando a Iemanjá, con curiosos tocados con cortinillas frente a los ojos, que son las que "Ofrecen" los contenidos de la barquita a Iemanjá.
Al final todos van en procesión hacia el agua, llevan en hombros la barca llena de palomitas de maiz y velas y se adentran lentamente en el mar al tiempo que cantan. Son los hombres y el "Pai" los que llevan la barca, primero en hombros, despues flotando entre ellos, encaminandola a su destino en el corazón del mar, donde la diosa lo recibirá, o lo rechazará la corriente marina
Al final solo quedabamos ellos y yo, los demás fotógrafos no se habían atrevido a meterse tanto al agua, los entiendo, hay que cuidar el equipo, pero tambien está adentro de uno ese pequeño sentimiento de triunfo por conseguir la foto que nadie tiene (Pequeño?)
Tengo el mejor trabajo de mundo, por cierto...
Gracias a Mandy y Magda, sin ellas, y algunas otras personitas que andan por aquí, no hubiera podido tirar estas fotos.
el palacio solo fué una distracción pasajera, porque me dirigía a la playa a fotografiar la festividad de Iemanjá este 2 de Febrero, en un año normal yo estaría en Tlacotalpan llevandole mañanitas a la Virgen de la Candelaria para despues ver como la sacan a pasear por el río, acá es Santa Catalina el nombre católico de Iemanjá, la diosa pagana del mar que todo lo dá, y si quiere todo lo quita. Desde temprano en la mañana se encuentra uno gallos sacrificados en la playa para satizfacer a la caprichosa divinidad, y a esta hora resuenan los tambores africanos mientras se entonan cantos en portugués.
Otras personas ruegan por las cosas que todos queremos, salud, dinero, amor (Como buen hartista rogué por una nueva cámara, ya tengo salud y amor, no me interesa el dinero), y encienden una vela en la arena, la protegen del viento y del agua, si la vela no se apaga, les serán concedidas sus peticiones.
Se hacen ofrendas tambien en pequeños barquitos pintados de azul y blanco, los asistentes van todos vestidos de blanco y azul, ahora son más permisivos, pero supuestamente no se debe usar ni rojo ni negro para no hacer enojar a Iemanjá, solo los "Pai" ("Padre", en portugués) pueden llevar una capa roja mientras limpian de malas energías a los presentes y canturréan para preparar la ofrenda que le harán al mar.
Tambien hay mujeres adorando a Iemanjá, con curiosos tocados con cortinillas frente a los ojos, que son las que "Ofrecen" los contenidos de la barquita a Iemanjá.
Al final todos van en procesión hacia el agua, llevan en hombros la barca llena de palomitas de maiz y velas y se adentran lentamente en el mar al tiempo que cantan. Son los hombres y el "Pai" los que llevan la barca, primero en hombros, despues flotando entre ellos, encaminandola a su destino en el corazón del mar, donde la diosa lo recibirá, o lo rechazará la corriente marina
Al final solo quedabamos ellos y yo, los demás fotógrafos no se habían atrevido a meterse tanto al agua, los entiendo, hay que cuidar el equipo, pero tambien está adentro de uno ese pequeño sentimiento de triunfo por conseguir la foto que nadie tiene (Pequeño?)
Tengo el mejor trabajo de mundo, por cierto...
Gracias a Mandy y Magda, sin ellas, y algunas otras personitas que andan por aquí, no hubiera podido tirar estas fotos.
publicadas por Pablo Perro a la/s
6:17 a.m.
5 Comentarios:
Guuaaaauuuuuu!!!!!!!!!!!!!
Lindas fotos y reseña. Que bueno que te metiste al mar y lograste las fotos que los demás no.
Valió la pena el riesgo!!
Ta bien, es lo bueno de los gustos variados (tema minas concluido por favorrrr)
No sé, a mi Mty no me gustó nada, el DF me tiene enamorada, pese a lo que ya sabemos de smog, distancias, inseguridad, etc. Pero está genial.
Montevideo, pues es maravillosa y por suerte supe disfrutarla a pleno cuando viví allá, exactamente el año pasado estaba de visita. Buenas fotos las de yemanjá, no te pierdas un buen candombe e insisto con Rocha, si en montevideo el cielo es grande no quieras saber lo que es ahí.
Me falta un toco de México por conocer, Zacatecas tiene un cielo maravilloso, Chiapas me emocionó por lo verde y me falta andar por la costa, Tampico no se puede considerar mucho.
Escuchá radio si podés, puede que notes la diferencia. Supuestamente la Ciudad Vieja tiene el mismo concepto que el antiguo...decime vos qué te parece.
No dejes de tomarte la checha en la rambla!
Gracias por tu mirada che. Buena vida.
Órale. Envidio su trabajo. Se ve que lo disfruta... Saludos.
Irene: Woof woof!
Syl: Gracias, aparte el agua estaba muy rica, aunque tve que ponerme la mochila en la cabeza porque hubo un momento que para agarrar ángulo el agua casi me llegó al cuello.
Maga: Lo del radio es indiscutible... Lo de Monterrey, como todas las ciuades del norte hay que tener una disposición particular (Yo rara vez la tengo, más que cuando mi madre logra sacudirme las telarañas de la mente) para darse cuenta que tiene cosas hermosas, y sí, yo me he recorrido CASI todo México y la verdad soy super fan de mi país por esas razones que dices y mil más (Sigue siendo la gente lo más delicioso de cada lugar). El candombe ya lo viví en el desfile de llamadas, donde solo tomé fotos con 35 mm, así que se tardarán un ratito pa poder verlas. Ya hablaremos d ela ciudad vieja (Pero seguro será mil veces más chida que el antiguo). Algo que no esperaba era el cementerio central, que cosa hermosísima! Soretodo eso de que los cementerios den al mar, recontrachido!
Urbina: Es que no soy bueno para nada más, así que no me queda m´s que disfrutar lo que hago.
Clau: Gracias, ojalá pudiera e esa foto poner un ápice d elo que sentí yo cuando estaba ahí con el agua al pecho.
Publicar un comentario
Suscribirse a Comentarios de la entrada [Atom]
<< Página Principal