viernes, mayo 19, 2006

¿Cuanto es?

-Nada, es grátis, está aquí en el mostrador pero igual se lo pudo haber encontrado en la calle-
-Ah, no lo sabía. ¿Y viene con algún manual de instructivos?-
-No, por lo común que se han vuelto la verdad creo que si alguna vez tuvieron ahora ya no deben preocuparse por reimprimirlos, con algo de sentido común puede que le dure mucho tiempo.-
-¿Como que sentido común?-
-Pues, no se trata de ahogarlo con atenciones, pero tampoco dejarlo olvidado, puede que se acostumbre si lo pone al sol, así como puede que se marchite, se evapore y hasta se carbonice. Si lo pones en el baño puede que la humedad le siente maravillosamente y florezca como selva tropical, o puede que se apozcagüe y se muera flácido como trapo viejo-
-¡Hijoles! ¿Entonces como lo cuido?
-Pues ahí está el detalle, cada quien como puede va buscándole.¡Si le contara cuantos se me han marchitado, muerto o escapado a mi!-
-Y si es tanto lío… ¿Por qué tengo tantas ganas de llevarme este a casa?
-No lo sé, siempre me he preguntado lo mismo.
-¿Usted cree que si le doy alguito cada día, no sé, azucarado tal vez, con unas gotitas de jugo de limón o ralladura de cáscara… agarrará buen color y durará más?-
-No, la verdad no sé, algunos necesitan poquititas cosas, otros piden y piden, y lo que es peor, algunos no piden nada pero necesitan mucho más de lo que imagina, o justamente lo que no le está dando. Así son de caprichosos.-
-Bueno, pues gracias por los consejos.-
-De nada, suerte…-

Así salí del mercado de la Merced, había ido por equivocación después de dejar a mi padre en la estación. Y salí con un amor en la mano sin saber que hacer con el, ahora parece que todo el mundo tiene, ha tenido o anda buscando uno. Yo no sé todavía que hacer con el mío, a veces me recibe con brincos y maromas y hace gracias que creo que aprendió solo, otras veces se queda así nomás… sin moverse en el pretil de la ventana, mirando no se adonde, y no se porqué, y me da miedo que decida un día salir volando por esa misma ventana, poco después viene y se acurruca en mi almohada cuando duermo. No le entiendo nada. Pero me hace feliz.

7 Comentarios:

Anonymous Anónimo dijo...

Y qué mejor que esa felicidad desborde semejantes palabras...

20/5/06 04:01  
Blogger Pablo Perro dijo...

cual felicidad?

20/5/06 08:58  
Blogger Tramontana dijo...

Bien dices "así son de caprichosos".

Me gustó la forma que utlizaste para hablar de estos caprichos.

20/5/06 09:52  
Blogger Dharma dijo...

La felicidad de la que habla tu protagonista al final del relato, perrillo, esa que es caprichosa y furtiva también, como el amor mismo, y que no siempre viene de la mano con las cosas regaladas.
El encontrarlo no siempre sucede por necesidad, sino porque es el momento de aprender algo más que sumas y restas, sino de paciencia y determinación, de cariños y ansias, de dolores suaves y frescos, de pasiones candentes, esas que irían con ralladura de limón, con aromas cítricos y sabores no siempre tan dulces.
Volar... es parte de su ciclo, y parte de quien lo tiene de visita en su casa.
Todo depende de cuánto y cómo se quiera aprender de él.

Un besazo!

20/5/06 16:09  
Blogger Unknown dijo...

Bueno, mi viejo siempre dice, "si sos filiz, no analisís".
No se si llegará a ser una frase célebre algún día, pero el consepto está bueno...
Un abrazo, Pablo.

25/5/06 17:36  
Blogger Mónica dijo...

Ciao,

Me encantó, por un momento pensé que se trataba de una planta, pero evidentemente no es tan dificil mantener viva, contenta a una planta o a cualquier ser vivo como a un amor. Preciosa metáfora.

Besos,

Mónica

13/6/06 04:06  
Blogger As told by Aleika dijo...

si otra ves yo aleika de chiwas jeje

te leo y me esparzo en el aire!

8/7/06 15:01  

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